La ópera prima de Daniel Andrés Werner busca una confluencia entre géneros y tonalidades que no es tal, a partir de una puesta y una narración que nunca encuentran el tono apropiado.
Asistieron más de 20 mil personas entre el 17 y el 20 de este mes. El evento, organizado por el INCAA y la Municipalidad de Pinamar, contó el apoyo del Festival de Sitges.