La nueva película de Lorcan Finnegan construye un relato de terror progresivo, que se recuesta demasiado en lo simbólico, al extremo de generar hastío y desinterés en lo que pasa.
La ópera prima del hijo de Ridley Scott es una particular relectura de la saga Alien y el mito de Frankenstein, que aún con sus baches no deja de poseer elementos de interés.
Este film que cuenta una historia fundamental pero lateral dentro del universo Star wars es un muy buen entretenimiento, aunque no puede eludir su carácter funcional.
El especial de la serie Sherlock trae a los clásicos personajes ubicados en el pasado. El juego del misterio habilita también un trabajo sobre los sueños.