Julian Schnabel merodea el relato biográfico apuntando fundamentalmente a aspectos estéticos y su vinculación con el arte del personaje. Por suerte está Dafoe, que conecta todo con su maravillosa interpretación.
En su última película, Polanski repite muchos de los tópicos que hicieron trascendente su cine, pero lo hace desde una emulación evidente que por momentos resulta divertida.
Una vez más el talento de Roman Polanski está puesto al servicio de un fascinante y macabro juego de roles de poder en una comedia negra sobre el deseo sexual.
El film se verá el próximo martes en el Cine Gaumont. Este drama ambientado en el mundo del teatro cuenta con actuaciones de Mathieu Amalric y Emmanuelle Seigner.