La película queda a mitad de camino entre una búsqueda narrativa y la contemplación de un lugar. Pero ambas posibilidades no amalgaman, parecen partes que nunca se unen.
Es la segunda película de Andrés Perugini. Indaga en un misterio de un pueblo de la provincia de Buenos Aires, encarnado en un hombre con supuestos poderes milagrosos.