Esta secuela de una comedia flojísima es aún peor. Sólo queda el carisma de Diane Keaton, Jane Fonda, Candice Bergen y Mary Steenburgen como única excusa.
Esta comedia que reúne a un grupo de notables veteranos, es un producto que busca ser provocador pero no incomoda a nadie y que, para peor, busca colgarse de asuntos del presente para congraciarse con el público.