No estás en la home
Funcinema

Los territorios fantásticos de Soule

Por Cristian Ariel Mangini

(@Masterzio84)

«Secret of Evermore» fue el primer título musicalizado por Jeremy Soule para Square, desplegando la versatilidad y épica que lo harán característico.

Sin dudas hemos hablado de grandes músicos de la industria japonesa que han hecho de la épica musical un elemento fundamental para sus composiciones: Nobuo Uematsu, Yoko Shimomura o Yasunori Mitsuda se desempeñaron musicalizando varios géneros pero es en el JRPG donde más han entregado los trabajos que llevaron a su reconocimiento. Pero, ¿qué hay de los RPG’s occidentales? En este campo uno de los nombres más fuertes es el de Jeremy Soule, que está inmediatamente ligado a la saga The Elder Scrolls y tiene una amplia trayectoria que ha dotado de identidad y atmósfera a universos fantásticos y míticos. Aquí veremos un poco cómo se fue apuntalando su carrera y los grandes hitos que lo marcaron, así como las controversias que se suscitaron y lo pusieron en el ojo de la tormenta de uno de los escándalos más resonantes de la industria del videojuego.

Al igual que varios de los compositores, el interés por la música es prematuro y se remite a la infancia, siendo un autodidacta que cultivó sus estudios tomando lecciones de piano y aprendiendo a escribir música desde muy joven. Esto lo llevó a menudo a descuidar su educación escolar, ya que la instrucción musical acaparaba todo su interés. Convencido de que un trabajo más minucioso sobre la banda sonora de un videojuego podía mejorarlo notoriamente, preparó un portfolio musical con sus trabajos, presentando la propuesta a Square y Lucasarts. Esto terminó impresionando a los directivos de Square, que con tan solo 19 años le encargaron la composición de la banda sonora de Secret of Evermore (1995), videojuego RPG en la línea del legendario Secret of Mana que fue la única producción de la sede del estudio en América del Norte. A pesar de su juventud, en este proyecto desplegaba una gran versatilidad al dar a cada época donde se situaba el juego su personalidad, apelando al ruido ambiente como un elemento clave. Tras este título de Super Nintendo su carrera va a ir encarrilada hacia otros géneros como la estrategia, componiendo la celebrada banda sonora del Total Annihilation (1997, GT Interactive), un juego futurista donde Soule tomaba más elementos de la música electrónica.

Junto a su hermano Julian estableció el estudio Soule Media, dando lugar a comienzos del Siglo XXI a algunos de sus trabajos más reconocidos en sagas que continúan hasta el día de hoy, trabajando en el sonido de las tierras heladas de Icewind Dale (2000, Black Isle Studios), los juegos de la franquicia de Harry Potter y el sonido épico de Neverwinter Nights (2002, Bioware), un oscuro e intrincado RPG situado en el universo de Dungeons and Dragons. Pero es su trabajo en Elder Scrolls III: Morrowind (2002, Bethesda) lo que marcará su capacidad para generar climas en un juego de mundo abierto, donde cada rincón espera a ser explorado con la música como un elemento fundamental. Por otro lado será su primera colaboración en una saga que se hará conocida por su tono épico, que encuentra su punto culmine en Elder Scrolls V: Skyrim (2011, Bethesda).

Su carrera va a entrar en terrenos empantanados tras una serie de polémicas que es imposible no mencionar. En primera instancia su trabajo en la sinfonía The Northerner, un proyecto iniciado en Kickstarter para comenzar su camino en la música clásica, se verá envuelto en la controversia cuando tras haber alcanzado la recaudación de 159.000 dólares no dé ninguna novedad por tres años y se convierta en un fraude al ser pocos los usuarios que tuvieron la devolución de su dinero. Por otro lado, es una de las figuras que quedó signada por el movimiento #metoo en el área de videojuegos: fue acusado por la talentosa realizadora de videojuegos Nathalie Lawhead (Everything is going to be OK) de violación y por la vocalista Aeralie Brighton de acoso sexual. Si bien negó ambas acusaciones, lo cierto es que su trayectoria se verá relegada a un segundo plano, musicalizando algunos títulos indies pero apartado del trabajo en la composición del aún no lanzado The Elder Scrolls VI. Esto no opaca su legado, pero plantea un interrogante en su carrera y pone de manifiesto el lado oscuro de una industria que no está exenta del sexismo, al igual que sucedió en el cine o la música.


Si disfrutás los contenidos de Funcinema, nos gustaría tu colaboración con un Cafecito para sostener este espacio de periodismo independiente:
Invitame un café en cafecito.app

Comentarios

comentarios

Comments are closed.