Por Mex Faliero
En el panorama de series animadas para adultos no parece haber lugar para demasiadas novedades, luego de que la triada Los Simpson, South Park y Padre de familia hayan agotado casi todos los recursos (muchos señalan a BoJack Horseman, pero me la debo). Hay sí algunas que se han corrido de cierta estructura tradicional, como Rick y Morty, apostando por la fantasía y el juego con la ciencia ficción, y otras como las creaciones de Pendleton Ward que producen algunos cruces interesantes entre lo adulto y lo infantil. Pero en lo que respeta al esquema de comedias sobre vínculos familiares y sociales no parece haber mucho más para explorar. Netflix sabe bastante de esto y a su catálogo de series animadas para adultos que no agregan demasiado, pero ofrecen algunos momentos de gran diversión, aparece Hoops, serie creada por Ben Hoffman pero que tiene en el trabajo vocal de Jake Johnson su arma fundamental. Johnson interpreta a Ben Hopkins, el entrenador de un equipo de básquet bastante mediocre de un colegio secundario en un pueblito norteamericano (y lo hace con un diccionario de puteadas que haría sonrojar al mismísimo Rick). Hopkins no solo es bastante cuestionable en lo suyo, sino además en sus relaciones con los demás: una ex mujer a la que niega firmarle el divorcio, un padre que es una vieja estrella del básquet y que aparece como una sombra ineludible, un compañero de trabajo que es la nueva pareja de su ex y al que maltrata psicológicamente, ni qué decir de sus jugadores a los que rebaja constantemente. Hopkins es un tipo malhablado, un personaje inimputable con el que Hoops corre un riesgo: ¿cuánto hay de gracioso en su comportamiento y de qué forma es posible la empatía con él? Tal vez el asunto sea que la serie no busca la empatía, sino definitivamente la ruptura de cierto molde melodramático, donde los comportamientos repudiables de los personajes son redimibles con buenas acciones. Aquí no pasa eso y en ese sentido podemos defender la coherencia de Hopkins como personaje: en todo caso ¿cómo cuestionar a alguien que tiene a Mentes que brillan como película de cabecera? Aunque no parece haberla entendido mucho… Como suele ocurrir en la comedia contemporánea, las citas cinéfilas abundan y la mejor seguramente es aquella del capítulo Ethics, donde Ben se empecina con producir una venganza como en El padrino, cabeza de caballo en la cama incluida. Y lo mejor, como siempre en estas series, es cuando se suelta cierta linealidad del relato y se apuesta por una estructura novedosa: eso sucede en el episodio Death, cuando una serie de muertes llevan a una psicóloga a asistir a los alumnos y los docentes, e inspeccionar en sus traumas, pero todo queda preso de una trágica circularidad. Con sus bemoles (va creciendo a medida que avanzan sus capítulos) y si uno acepta a su protagonista, Hoops es una comedia que si bien no inventa nada, aporta una dosis de virulencia más que divertida.
–La primera temporada de Hoops se encuentra en Netflix. No hay segunda temporada anunciada.