Por Patricio Beltrami
NdR: este artículo contiene spoilers.
Entre decisiones irreversibles y traiciones, el sexto capítulo de El Pingüino sentó las bases de los conflictos que se desatarán en el final de la miniserie. Sin embargo, hubo poca acción y, por momentos, se apostó al drama introspectivo para profundizar en una relación madre-hijo que tuvo un fuerte peso narrativo. Escrito por Nick Towne y dirigido por Kevin Bray, Gold summit inicia semanas después de Homecoming. Como el Jordan Belfort de El lobo de Wall Street, Oz (Colin Farrell) le explica al espectador a través de Victor (Rhenzy Feliz) cómo el tráfico del bliss se ha expandido por toda la ciudad. Ante ello, debe solucionar tres problemas: la avanzada de Sofia Gigante (Cristin Milioti) y Salvatore Maroni (Clancy Brown) para acabar con Oz; la guerra de bandas, enemigos históricos que desconfían de El Pingüino; y arreglar el suministro de luz que afecta a Crown Point, donde no sólo están los cultivos sino que allí está oculta su madre Francis (Deirdre O’Connell). En ese marco, la dualidad entre criminal y humano es la temática principal del capítulo. Mientras toma la ofensiva en la distribución de bliss en los barrios, regalándolo para aumentar la demanda ante la persecución de Sofía y Sal, la atención de Oz está más centrada en su madre. La salud mental y física de Francis es cada vez más frágil pero, más allá de alguna escena que bordea el mal gusto para ilustrar esa decadencia, sólo vuelve a ser esa mujer decidida cuando compromete a Oz para que la ayude morir cuando su mente ya no le responda. Gold summit muestra a un Oz vulnerable y golpeado mientras la subtrama de Victor, émulo apático de Walter White, da otro paso hacia la villanía. Sintiéndose amenazado por Squid (Jared Abrahamson), intenta sobornarlo para luego ejecutarlo en un callejón. Si bien la excusa es cuidar los negocios, queda claro que Vic ha abrazado la vida criminal y que hará lo necesario para sostener los privilegios de su alianza con Oz. Como siempre, lo mejor ocurre cuando Sofía entra en escena. Primero, un momento de intimidad, un atisbo de humanidad entre tanta miseria: Sofía y Sal comparten una cena entre tradiciones y recuerdos familiares mientras afianzan su alianza no sólo desde sus propios intereses sino también desde la sed de venganza. Ambos destrozan el departamento de Oz en busca de un punto débil y descubren su vínculo sentimental con Eve (Carmen Ejogo). Justamente, la visita de Sofia a la casa de Eve es la mejor escena de Gold summit. Un encuentro cargado de tensión donde una mujer dispuesta a matar por venganza choca con otra dispuesta a morir, no sólo sabiendo las consecuencias de la alianza con Oz, sino para defender la vida de sus protegidas. La conversación, las expresiones corporales, las provocaciones y las revelaciones construyen una secuencia atractiva que, entre la vorágine del relato, posee sus propios tiempos para resolverse hacia lugares inesperados. Dejando de lado mitos y prejuicios, Sofía le perdona la vida a Eve, quien ha comprendido que todo lo atravesado por Gigante le revela dónde se esconde Oz. En tanto, Oz logra seducir a los jefes de las bandas de Gótica a fuerza de un discurso inteligente para alimentar el deseo de revancha contra Gigante y Maroni. Sin embargo, el capítulo acaba con Sofía entrando, barreta en mano, al departamento donde se ocultan Francis y Vic. Gold summit resultó una apuesta rara. Queda claro que Francis es el punto débil de Oz pero que también existe una necesidad narrativa para explotar el único resquicio de vulnerabilidad del despreciable Pingüino. Y si bien continúa en la senda de Breaking bad, Vic es un personaje apático que no encuentra vuelo propio más allá de ciertas resoluciones en su previsible conversión a villano. Al contrario, cada vez que Sofía entra en escena se sabe que ocurrirá algo importante pero la intensidad, frialdad e imprevisibilidad de sus decisiones y acciones logran cautivar al espectador hasta el último segundo. Si la traición de Oz a Sofía en Bliss había marcado un punto de no retorno en su relación, el final de Gold summit abre las puertas al peor escenario para el protagonista. Y ese daño sólo implicará que la guerra estalle abiertamente en las calles de Gótica.
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