Por Gabriel Piquet
Hace días que el capitán Kirk nos prometió un pequeño receso; la tripulación lo merece. Descenderemos en un planeta llamado Tierra. Según la información que tenemos, nos mezclaremos con los humanos y estaremos presentes en algo que ellos llaman Festival de Cine de Mar del Plata.
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Junto al doctor McCoy recorremos la ciudad; los locales visten de jean y buzos o sweaters finos. Los que parecen venir de otras ciudades están vestidos con ropas de colores, cortes de pelo que me recuerdan a unos planetas perdidos. La actitud de los locales es mostrar un constante desinterés hacia el evento, salvo por el sector de la población más longeva; según pudimos observar con el doctor, son casi un 70% en esta ciudad.
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Formamos una fila donde los que vienen de otros lugares hablan de directores, de algo que llaman industria; en la mayoría de los casos, todos repiten la palabra “subsidio”. Con el doctor, creemos que será algún tipo de material con un alto valor de trueque entre ellos. Dentro de la sala, se aplauden mucho las siglas de una institución que genera las películas que vamos a ver; entre ellos murmuran que si desaparece esa institución, no podrán recibir el subsidio, no podrán filmar de arri… hay una falla en nuestro intercomunicador y no podemos escuchar bien lo que se sigue diciendo. El doctor sale de la sala para ver si puede arreglar el desperfecto. Los locales no hablan mucho de la palabra “subsidio”; según uno le dice al otro, ellos sólo son empleados que trabajan sin recibir nada a cambio. Lo extraño es que no hay ningún cartel o spot que hable de eso; eso también podría generar aplausos de los extranjeros. Parece que hace 40 años en este lugar se vivía bajo un régimen como el que quisieron imponer varias civilizaciones en otros planetas; lo raro es que tengan que hacerles recordar que no tienen que volver a eso. Se habla de dolor, días oscuros, muerte; recuerdo la guerra Inter Espacial y me agarra escalofríos. Nosotros no queremos volver a eso; espero que este lugar tampoco.
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McCoy recupera nuestro aparato; pudimos ver y tratar de entender varias de las películas, como las llaman en este planeta. Hay cosas que emocionan, hay cosas que nos hacen reír, menos a Spock que no tiene sentimientos; curiosamente, él es el único que vio completa una sección llamada Estados alterados, dijo que jamás había disfrutado tanto como con esas proyecciones.
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A Spock lo confunden con un extranjero; los locales le sacan fotos pensando que es una figura que trajeron de otro lugar. A los locales no les interesa lo que se proyecta, sino más bien lo que sucede afuera; dicen que hace años no hay estrellas, no vienen. Creo que no se refieren a las constelaciones, sino a los protagonistas de estas películas.
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Vimos con el doctor varios trabajos interesantes, de un lugar llamado Brasil que está cerca de este país. El título fue O dia que te conheci, que muestra la relación de dos humanos a quienes les suceden cosas más comunes, como ellos mismos dicen. Una animación, Robot Dreams, que muestra a un perro que comienza una amistad con un robot; creo que por otras cosas que vimos, esto sería para nosotros una película de perspectiva de género e inclusión, aunque es algo cotidiano en otros planetas. Con el doctor admitimos que los rostros fueron importantes para que nosotros podamos interpretar los sentimientos; ahí aparecen dos mujeres que nos transmitieron mucho en La mujer hormiga y un joven con una expresión distinta en El otro hijo. Lo que ellos llaman música se transformó en el eje central y nos hizo mover el cuerpo en Elda y los monstruos, La estrella azul y una película que nos recordó a muchos, Kreep, una comunidad de sabios que en nuestra galaxia son los que predicen el futuro o se adelantan a sus tiempos, llamada Danger: Diabolik.
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Ya estamos de vuelta en la nave; quedó atrás el evento. Pasa lo mismo para los extranjeros y los locales. Se van y vuelven una vez por año. Los locales no generan nada y los extranjeros irán, supongo, en busca del material divino llamado “subsidio”. El capitán Kirk nos dice que nuestro nuevo destino será incierto; que estemos preparados, el viaje será largo. Spock le comenta a la tripulación que pasará algunas películas de la sección Estados Alterados.
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McCoy y quien escribe nos levantamos luego de una hibernación de dos siglos; parece que la nave entró en una espiral de sueño, no sabemos dónde estamos. Al llegar al puente de comandos, el único que está despierto riéndose es Spock; todos los demás duermen. Spock nos dice: “¿Quieren que veamos de nuevo las películas de Estados Alterados?”.
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