Por Patricio Beltrami
Este artículo contiene spoilers.
Luego de un deslucido tercer capítulo, Ms. Marvel lentamente intenta retomar las virtudes que había exhibido en sus primeros envíos. No obstante, la carga emocional y las responsabilidades que afronta Kamala Khan (Iman Vellani) son tan pesadas que solo en pocas escenas demuestra la chispa y la frescura con la que había sido presentada. Igualmente, el episodio posee algunas interesantes secuencias de acción y, entre el drama familiar y el conflicto de la temporada, se hace un pequeño lugar para el humor. Dirigido por Sharmeen Obaid-Chinoy y guionado por Sabir Pirzada, Seeing Red se desarrolla casi por completo en Pakistán. Pese a la tensa relación tras la suspensión de la boda de Aamir (Saagar Shaikh), Kamala y Muneeba (Zenobia Shroff) viajan hacia Karachi por pedido de Sana (Samina Ahmed). En este orden el cambio de locación provoca que el capítulo se centre principalmente en tres aspectos. Por un lado, la mansión de Sana funciona como un refugio para que, entre reproches y cuentas pendientes, las madres e hijas puedan afrontar sus problemas. Por ello, se desarrolla una de las escenas más cálidas de la serie, la que mejor ha retratado la intimidad del conflictivo vínculo: Muneeba y Kamala comiendo caramelos mientras hablan del pasado y se ríen de la dureza de los dulces. En tanto, Sana guía a su nieta para que descubra el significado de la visión del tren y los misterios sobre Aisha (Mehwish Hayat). Esta charla deriva en el segundo eje del episodio: en clave de coming of age, el aprendizaje sobre su bisabuela y sus poderes. Ya en la estación de trenes de Karachi, Kamala pelea contra un adolescente que cubre su cara con un pañuelo rojo, pero rápidamente se dan cuenta que ambos están del mismo lado. Incluso, Kareem (Aramis Knight) la invita a un fogón en la playa junto a un grupo de amigos, donde la adolescente encuentra algo de paz en el anochecer tras unos días agitados. En ese orden, Kareem lleva a Kamala hacia la guarida de la Red Dagger, una sociedad secreta dedicada a defender a la humanidad de aquello que no se ve, como Los Clandestinos. De esa forma, el líder de la organización, Walled (Farhan Akhtar), le explica que Najma (Nimra Bucha) desea usar el brazalete para derribar la barrera de Noor (luz oscura) que separa al mundo del reino de Los Clandestinos, a fin de unificarlos y acabar con la humanidad. Tras escapar de la prisión de Control de Daños y abandonar a Kamran (Rish Shah), Los Clandestinos atacan a Walled en la guarida de la Red Dagger mientras Kamala y Kareem huyen por todo Karachi. En ese orden, se aprovechan los populosos y reducidos espacios de la ciudad, utilizando vehículos, puestos callejeros, callejones y terrazas como obstáculos y atajos en la persecución. Luego de que Najma asesina a Walled, ambos bandos se enfrentan en un bazar sin salida. En medio del combate, Najma intenta apuñalar a Kamala, pero le da en el brazalete, activándose así un portal donde cae la heroína. Al recobrar la consciencia, aparece otra vez en la estación de trenes de Karachi pero, al observar la desesperación en las miles de personas que deambulan por el lugar, descubre que había vuelto a la noche donde su abuela se había perdido en medio de la Partición. Seeing Red expresa una mejora respecto a Destined, que había marcado el punto más bajo de Marvel Studios en materia de series desde el cierre de Loki. En ese marco, el drama familiar tuvo un tono más amable e intimista, centrándose en las relaciones entre las tres protagonistas. Además, en esta aventura adolescente la heroína volvió a exhibir el carisma y la desfachatez que había perdido ante el descubrimiento de sus poderes. Incluso, las secuencias de acción mejoraron levemente, sobre todo gracias al ritmo y la dinámica desarrollada en la persecución callejera. Develado el conflicto sobrenatural de la temporada, la batalla entre Kamala y Los Clandestinos se retomará cuando resuelva cómo escapar de 1947, similar a lo que le había ocurrido a Loki precisamente al finalizar el cuarto capítulo de su temporada. Una vez más, Ms. Marvel demuestra que el multiverso Marvel no necesita más que nutrirse de sí mismo, aún a riesgo de repetirse o agotar fórmulas exitosas.
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