Por Patricio Beltrami
Este artículo contiene spoilers.
Ms. Marvel es muchas cosas al mismo tiempo y, aunque luce en pocos aspectos, todo funciona correctamente. Por un lado, la serie es la historia de origen de Ms. Marvel/Kamala Khan (Iman Vellani), una adolescente de familia pakistaní que se debate entre sus obligaciones escolares y domésticas, y el mundo que ha creado a partir de su copiosa imaginación y creatividad. En ese orden, también es un coming-of-age que, hasta el momento, no ha innovado a nivel narrativo, aunque se destaca por incorporar recursos estéticos propios de lo mejor de la animación, como Spider-Man: Un nuevo universo o Scott Pilgrim vs. los ex de la chica de sus sueños. A su vez, Ms. Marvel es una demostración de Marvel Studios como industria cultural dentro del Universo Cinematográfico (MCU), con una heroína fan de Capitana Marvel y Los Vengadores: coleccionista, cosplayer y creadora de contenidos. Particularmente, los responsables de la serie llevaron a cabo el primer episodio: la showrunner Bisha K. Alí en el guion y Adil El Arbi y Bilall Fallah en la dirección. En ese orden, Generation Why arranca con un vertiginoso montaje del armado de un video en stop motion a partir de ilustraciones en papel sobre la batalla final contra Thanos, donde Capitana Marvel posee un papel preponderante. Claro está que el humor abunda no solo en esta recreación libre de la historia reciente basada en el podcast de Scott Lang (Paul Rudd), sino también a lo largo de todo el capítulo. La comedia adolescente es el género elegido para la serie, que se conjuga con el drama familiar y la acción característica de los relatos de superhéroes. En este capítulo, Kamala busca que sus sobreprotectores padres la dejen ir a la AvengerCon para participar en el concurso de cosplay, pero sus planes fracasan y le prohíben salir de la casa. Al igual que en Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos, las tradiciones culturales y religiosas juegan un rol preponderante en la rutina y la organización familiar, aunque la cosmovisión pakistaní está bien incorporada al relato. Justamente, la figura enigmática de la abuela de Kamala resulta clave. Mientras busca el broche de oro para su traje de Capitana Marvel, Kamala encuentra un brazalete de su Naani y, a escondidas de sus padres, se escapa con Bruno (Matt Lintz) hacia la AvengerCon (sería imposible mencionar todos los guiños a Los Vengadores que hay en el predio). Una vez allí, Kamala logra ponerse el brazalete y recibe una fuerte descarga que la deja en shock. Ya en el escenario, incómoda por el destello de las luces y el griterío del público, comienza a lanzar energía condensada de sus manos. Pero la algarabía inicial de la multitud acaba rápidamente cuando Kamala no puede controlar sus poderes y provoca destrozos. Tras salvar la vida de Zoe (Laurel Marsden), Kamala escapa y regresa a su casa maravillada ante la posibilidad de hacer realidad su sueño: ser superheroína. Llamativamente, Generation Why posee una escena postcréditos, donde se adelanta uno de los focos de conflicto de la temporada. El agente Cleary, quien había investigado a Peter Parker (Tom Holland) en Spider-Man: Sin camino a casa, observa el video del caos en la AvengerCon y decide comenzar a investigar a la misteriosa autora. El primer episodio de Ms. Marvel avanza a buen ritmo aprovechando al máximo los recursos clásicos de la comedia adolescente. En ese sentido, Iman Vellani está muy cómoda en el protagónico, interpretando a una adolescente carismática, divertida, convencida de sí misma y sin temor a expresarse, aunque eso le valga chocar constantemente con sus padres. Autoconsciente como parte del MCU, la novedad que representa la heroína, su mundo y sus conflictos en principio despierta un interés por cómo se profundizará la renovación de un universo sobreexplotado. Asimismo, el vértigo del montaje; ciertas secuencias pertenecientes a la imaginación y los sueños de Kamala, donde se enfatiza lo ideal, lo inverosímil o lo ridículo; y la incorporación de leyendas escritas, elementos y personajes animados en el fondo de las escenas contribuyen a renovar la estética del MCU a partir de las innovaciones propias del género más fresco y transgresor del cine: la animación.