A partir del 8 de abril se realizará a través de la plataforma del Ministerio de Cultura y la web del Complejo Teatral de Buenos Aires el ciclo Constelaciones colectivas: El nuevo cine independiente de Hamburgo integrado por una selección de trabajos de realizadores como Bernd Schoch, Helena Wittmann, Zacharias Zitouni, Maya Connors y Philipp Hartmann, entre otros.
El ciclo será presentado con una charla inaugural por el crítico y programador de cine Roger Koza. Para participar de este encuentro virtual abierto y gratuito se requiere inscripción previa en el siguiente link: https://syr.us/mdc.
Podrá accederse a las proyecciones de la Sala Leopoldo Lugones virtual en la plataforma del Ministerio de Cultura www.vivamoscultura.buenosaires.gob.ar/ y la web del Complejo Teatral de Buenos Aires www.complejoteatral.gob.ar/cine. Cada título estará disponible durante siete días.
El ciclo es una propuesta del Ministerio de Cultura, a través del Complejo Teatral de Buenos Aires, y la Fundación Cinemateca Argentina, con el auspicio y la colaboración del Goethe-Institut.
Toda la programación:
Jueves 8 a las 19:00.
Olanda de abril (Alemania, 2019, 154’), de Bernd Schoch.
-“Filas de mujeres y hombres deambulan por la maleza con la mirada siempre dirigida a la tierra: recolectores de setas en Rumania, trabajadores estacionales en busca de un producto regional. La película los acompaña por el bosque, durante los viajes en coche o en los campamentos de campaña en los que se alojan. Como un rizoma, la narración se ramifica y abre una visión de una economía informal”. (Catálogo del Festival de Hamburgo).
Ada Kaleh (Alemania, 2018, 14’) de Helena Wittmann.
-Una ubicación indeterminada, un verano. Los habitantes de un piso compartido se preguntan dónde podrían vivir. Imaginan países, comunidades y lugares. El tiempo pasa y nada puede cambiarlo, ni la acción humana ni los objetos y sus estados. En un momento dado, todos caen en un profundo sueño.
Primero en entrar, primero en salir (First In First Out, Alemania, 2019, 26’) de Zacharias Zitouni.
-“¿Pero lo has olvidado a propósito o sin querer?”, pregunta el hijo. El padre trabaja preparando comida en una terminal del aeropuerto -en los vuelos de deportación sólo se utilizan cubiertos de plástico-. “Para mí es normal”, insiste el padre. Veinticinco años antes quiso comprar sardinas en una tarde de otoño, fue detenido y deportado a Argelia. Su mujer recuerda el maltrato y los prejuicios. “¿Quieres decirnos algo más?”, pregunta el hijo. (Extracto de Kino Xenix).
Después de dos horas, habían pasado diez minutos (Nach zwei Stunden waren zehn Minuten vergangen, Alemania, 2019, 20’) de Steffen Goldkamp.
-Una rutina diaria siempre hace que el tiempo se agote en un correccional de menores. Los cuerpos se convierten en vehículos que se trasladan con lentitud. La película describe una disolución progresiva. Habla de cuerpos abandonados y de un anhelo indefinido. Hacia el otro. Hacia un exterior del que sus propios soñadores quizá ya no sepan si ha existido alguna vez.
Jueves 15 a las 19:00.
El tiempo pasa como un león rugiendo de abril (Alemania, 2013, 79’) de Philipp Hartmann.
-Un cineasta en la mitad estadística de su vida sufre de cronofobia. Para curarlo, hay que encontrar una manera de frenar el paso del tiempo. En su ensayo documental, Philipp Hartmann nos presenta un caleidoscopio de aspectos del tiempo. El acercamiento personal de un tema que, en cierto momento, nos concierne a todos.
Casanovagen (Alemania, 2018, 67’) de Luise Donschen.
-Una persona entra en escena disfrazada de pájaro. En un camerino, John Malkovich se despoja del disfraz de Casanova. Lirios blancos a los pies de una estatua de la Virgen María, rosas rojas frente a la ventana de un salón sadomasoquista. Niños jugando en un bosque en otoño. Un bosque en verano, enmarcado por la luz. Un orgasmo y una danza. Casanovagen es una película sobre el deseo.
Los búhos crecieron tan grandes como la media luna (The Owls Have Grown as Big as the Half Moon, Alemania/Corea del Sur, 2014, 13’) de Maya Connors.
-Un viaje a Corea del Sur en busca de los recuerdos de la primera infancia, pasada allí entre los uno y tres años. Recuerdos que apenas existen. Capas de extrañeza se unen en la experiencia: ser extranjero en el país y la ajenidad frente al pasado y la propia biografía. Deambulando en el intervalo entre el ruido y el silencio.
Cuerpos flexibles (Flexible Bodies, Alemania, 2019, 19’) de Louis Fried.
Un rascacielos se levanta de su entorno como un objeto extraño. Es la utopía materializada, algo anticuada, de un lugar de trabajo ideal. Los sueños de carrera y auto optimización resuenan por los pasillos. Los cuerpos se reúnen: trabajando, formándose o creciendo. Con un aire extraño se sigue a una mujer por el edificio. ¿Estos cuerpos son reales o son sólo parte de una fantasía mayor?
La maleza satánica III (Das Satanische Dickicht: Drei, Alemania, 2017, 21’), de Willy Hans.
El primer día de vacaciones en el camping, Mimi busca contacto con otros compañeros, Karl quiere nadar con el cocodrilo, papá tiene hambre y mamá ha olvidado los bocadillos en casa. De repente, Fernando, el conejito del guardián, ha desaparecido. Solo cuando aparecen unos visitantes medievales en el bosque vuelve el orden. Una cosa es cierta: la agitación está en todas partes. Tres: El acto final de una trilogía. (Catálogo del Festival de Locarno).