A partir de la convocatoria del Ministerio de Cultura de la Nación a través de la Secretaría de Desarrollo Cultural, las entidades, sindicatos y empresas representativas del sector de exhibición cinematográfica elaboraron un protocolo para la reapertura de los cines. Ahora resta que el Poder Ejecutivo Nacional lo apruebe y dicte el decreto que habilitaría la vuelta de la actividad.
Esta información se conoce a casi diez meses de la clausura de los cines argentinos por la pandemia de coronavirus.
Si bien se espera por el decreto del Ejecutivo nacional, se indicó que otra posibilidad es que las provincias soliciten excepciones al decreto de prohibición que rige actualmente. Esto ocurrió con las salas de teatro y también con algunas salas de cine que han abierto en provincias como Córdoba, Jujuy, Santiago del Estero, Mendoza, Entre Ríos o Chubut.
El protocolo acordado ayer fue elaborado en conjunto por las cámaras y sindicatos del sector junto con autoridades nacionales de salud, cultura y la Superintendencia de Riesgos del Ministerio de Trabajo.
El reglamento estipula que las salas deben operar con un aforo que no podrá superar el 50% de su capacidad, aunque también puede haber libertades a partir de lo que determine cada autoridad jurisdiccional, las cuales dependerán de las condiciones epidemiológicas de la ciudad o provincia.
Entre las medidas que se adoptarán será la obligatoriedad del uso del barbijo durante toda la función, y solo podrán sacárselo para ingerir alimentos o bebidas. También se deberán higienizar las salas y se deberán ventilar entre funciones. Aquellos cines que no tengan forma de hacerlo deberán hacer obras de remodelación.
También se habilitarán “burbujas sociales de recreación”, para los espectadores que asistan en grupo. Los mismos no podrán ser de más de seis personas y estarán sentados en butacas contiguas: la distancia entre butacas tendrá que ser de 1,5 metros a 2 metros, como mínimo.
Según explica el protocolo, “esto puede realizarse con un esquema de ocupación donde por cada butaca ocupada o butacas ocupadas por la burbuja social deberán dejarse dos butacas fijas libres a los lados de cada burbuja. También deberán estar libres las butacas que se encuentren inmediatamente adelante e inmediatamente detrás de cada butaca ocupada”.
También se exigirá que los complejos o salas armen un cronograma de funciones, con distancia entre ellas, que minimice la congestión de público en el ingreso y la salida.