Glass conservó la cima en la taquilla norteamericana, a pesar de caer un 53%, con 19.1 millones de dólares, totalizando 73.6 millones para Universal. El global del film de M. Night Shyamalan ya es de 162.7 millones.
Le siguieron Amigos por siempre, que bajó un 18%, con 12.2 millones de dólares, acumulando 63.2 millones para STX; y Aquaman, que descendió un 28%, con 7.4 millones de dólares, sumando 316.6 millones para Warner Bros. (a nivel mundial ya tiene 1091 millones, la mejor cifra de la historia para un film de DC).
En el cuarto lugar abrió la aventura infantil Nacido para ser rey, que debutó con discretos 7.3 millones de dólares para Fox. El nuevo film de Joe Cornish gustó al público y la crítica, pero aún así no consiguió cifras destacables.
Le siguieron Spider-Man: un nuevo universo, que tuvo una baja del 19%, con 6.2 millones de dólares, llegando a 169 millones para Sony (en todo el globo posee 338.1 millones); Green book: una amistad sin fronteras, que se expandió y subió un 150%, con 5.4 millones de dólares, alcanzando 49 millones para Universal; y Mis huellas a casa, que tuvo un descenso del 27%, con 5.2 millones de dólares, quedándose con 30.8 millones para Sony.
El thriller Obsesión fue ignorado por las audiencias, abriendo con pobres 4.8 millones de dólares para Aviron. La película de Steven Knight protagonizada por Matthew McConaughey y Anne Hathaway tuvo malas reseñas y tampoco fue bien recibida por las audiencias.
Completaron el top ten Escape Room: sin salida, que retrocedió un 24%, con 4.3 millones de dólares, para un acumulado de 47.9 millones para Sony; y Dragon Ball Super: Broly, que se derrumbó un 63%, con 3.6 millones de dólares, para una suma de 29 millones para Funimation.
Las diez primeras películas totalizaron 75.4 millones de dólares, lo que representa una baja del 26% con respecto al año pasado, cuando Maze runner: la cura mortal debutó primera con 24.2 millones; y del 33% en comparación al 2017, cuando Fragmentado se mantuvo en la cima con 25.7 millones.
(Fuente: Box Office Guru)