Por Rodrigo Seijas y Mex Faliero
-Lunes 19, a las 20:30 por Film&Arts, Jack goes boating. En su debut como director, el malogrado Philip Seymour Hoffman adapta esta obra de Bob Glaudini en la que protagoniza junto a Amy Ryan. El film supone una suerte de viaje al pasado, a un tipo de relato en donde los hombres de buen corazón y honestos se enfrentan a situaciones que los superan. Casi una anomalía. Aquí, un chofer bastante tímido se decide a una vida activa, y se lanza a hacer cosas estrafalarias para su perspectiva. Hoffman demuestra también detrás de cámara esa languidez habitual en sus interpretaciones, aunque incorpora rasgos de una amabilidad no tan presente en su muestrario muchas veces sórdido.
-Martes 20, a las 09:00 por The Film Zone, La pandilla de pícaros. Dentro del género deportivo, hay una vertiente muy fuerte que es la de la comedia de “underdogs”, es decir, de perdedores y marginales que son eternamente subestimados pero consiguen imponerse a los prejuicios y llegar mucho más lejos de lo esperado. Esta producción de Michael Ritchie es uno de los primeros y más representativos ejemplos, un film no sólo sostenido en la particular presencia de Walter Matthau (quien pareciera haber nacido para ese rol de entrenador malhumorado y un tanto irresponsable) sino también en un elenco de pibes que son un compendio de absolutos freaks. Una película donde el cruce entre la adultez y lo infantil da resultados muy efectivos desde lo humorístico y hasta lo sensible.
-Miércoles 21, a las 14:00 por INCAA TV, La mecha. El cine de Raúl Perrone es casi único, y es llamativa esa distinción porque sus métodos de producción en verdad representan una suerte de viaje a la síntesis del cine, es eso que todos deberían poder hacer pero por algún motivo deciden no hacer. Películas sin excesos ni excedentes, que se centren en eso que se cuenta, muchas veces mínimo pero que potencia la cualidad principal de este arte: encontrar historias en cualquier lugar. Esta es otra de sus experiencias, en la que un jubilado sale en busca del repuesto del título y en esa travesía se enfrenta a los cambios inevitables del mundo.
-Jueves 22, a las 14:00 por Europa Europa, Los santos inocentes. Mario Camus en 1984 logró, adaptando la novela de Miguel Delibes, una de las películas más representativas de una etapa del cine español, aquella que siguió a la muerte del dictador Franco. Precisamente aquí muestra la vida rural en la España franquista, con sus diferencias de clase y con las distancias ideológicas zanjadas muchas veces con sangre y sudor. Un film áspero, impecable en su retrato, con dos actuaciones notables de Alfredo Landa y Francisco Rabal, y que no hace más que mostrar el destino trágico de los héroes comunes.
-Viernes 23, a las 11:30 por Volver, La mentirosa. Esta comedia de 1942 de Luis César Amadori cuenta con Niní Marshall interpretando a uno de sus personajes clásicos, la divertida Cándida. Aquí, tenemos una trama que mezcla a una familia millonaria con una herencia y los problemas y enredos que se dan a partir de las confusiones que genera la protagonista. Marshall, tal vez la más grande comediante que dio el cine argentino, construye aquí una criatura explosiva e imprevisible, que parte de una impecable correlación entre un modo de hablar y un cuerpo que es la comedia en carne viva.
-Sábado 24, a las 22:00 por Fox Classics, Thieves’ highway. Ultimo film de Jules Dassin realizado en Estados Unidos antes de ser una de las víctimas de la caza de brujas realizada por la Comisión de Actividades Antiamericanas, posee un relato que combina de forma sumamente realista toda clase de géneros y tonos. Pero es, ante todo, un drama social sobre personas comunes y corrientes enfrentadas a situaciones extraordinarias, sometidas a fuertes presiones y movidas por grandes pasiones, que muestra de manera muy cruda las modalidades de la maquinaria capitalista y el clima de época en la sociedad estadounidense de posguerra. Una pequeña gema a tener muy en cuenta.
-Domingo 25, a las 18:35 por Fox Classics, Cuando mueren las leyendas. Un western de tono crepuscular sobre un joven indio (gran performance de Frederic Forrest) que abandona la reserva donde vive para adentrarse en el distintivo universo de los rodeos. El film, ópera prima de Stuart Millar, aprovecha al máximo el carisma de ese gigante llamado Richard Widmark como el alcohólico mentor del protagonista, sosteniendo hábilmente su relato, basado en la novela de Hal Borland. Una película de tono sumamente melancólico, que hasta se permite un par de sutiles apuntes sobre el racismo en el siempre conflictivo suelo estadounidense.