-El lunes 26, a las 17:15 por Movie City Classics, Indiscreción, comedia romántica con una unión de titanes del cine: Ingrid Bergman, Cary Grant y el director Stanley Donen. Un film que introduce con sabiduría y sutileza múltiples reflexiones sobre el vínculo entre la edad y el amor, las convenciones impuestas por la sociedad y los distintos niveles de artificio que puede poseer el género.
-El martes 27, a las 20:05 por Europa Europa, La comedia de la inocencia, del chileno Raúl Ruiz y con estupendas actuaciones de sus dos actrices protagónicas: Isabelle Huppert y Jeanne Balibar. Un drama con el habitual toque sardónico del director, que habla de la maternidad, la identidad y la infancia, especialmente con un aura fantástica contenido entre las paredes del drama intimista.
-El miércoles 28, a las 15:00 por TCM, Conspiración de silencio, una de las películas que cimentó a Spencer Tracy como uno de los referentes del cine político hollywoodense. Con el aporte del hábil John Sturges en la dirección y Robert Ryan, Lee Marvin y Ernest Borgnine como parte del reparto, el film construye un clima opresivo, donde se analiza con crudeza el racismo presente en ciertas comunidades estadounidenses.
-El jueves 29, a las 00:10 por MGM, Mississippi en llamas, drama político de un director que por entonces estaba en la cima de su popularidad y que era el ejemplo de autor con contenido: Alan Parker. En cierta forma era un film políticamente correcto, de esos que hace Hollywood cuando quiere comprometerse con alguna causa, pero que ganaba por las notables actuaciones Willem Dafoe, Gene Hackman y Frances McDormand.
-El viernes 30, a las 22:00 por Movie City Family, La invención de Hugo Cabret, cima de la reflexión sobre la naturaleza y origen del cine a cargo de Martin Scorsese, quien patea el tablero y muestra un corazón enorme en un film tan infantil como adulto. La actuación de Ben Kingsley es sencillamente memorable.
-El sábado 31, a las 00:00 por Films & Arts, Picnic en las rocas colgantes. Antes de llegar a Hollywood, donde construyó una de las carreras más sólidas, el australiano Peter Weir tenía una filmografía muy atractiva en su país, con películas que se vinculaban fuertemente con una identidad australiana mientras eran cuentos de misterio bastante particulares, como este sobre la desaparición de unas chicas en medio de una serie de hechos sobrenaturales.