La actriz Luminita Gheorghiu interpreta a una madre dominante que intenta salvar a su hijo de la cárcel en Child’s Pose, un duro drama familia de Rumanía que compite en el festival de Berlín de este año. La cinta, dirigida por Calin Peter Netzer, proyecta una implacable luz sobre la corrupción informal y materialismo ostentoso de la clase media alta de la Rumania post-comunista que espera poder librarse de las dificultades. Netzer pertenece a un grupo de jóvenes directores rumanos que han surgido desde la muerte en 1989 del dictador comunista Nicolae Ceausescu, que controlaba las artes con mano de hierro. Con su humor negro, sátira social y un enfoque implacable en las neurosis de sus protagonistas, la película se mantiene firme a la tradición de la nueva ola del cine rumano que ha cautivado a audiencias occidentales en la última década.
-WORKERS
La mexicana Workers, una ficción ambientada en injusticias en el mundo laboral en México, recibió hoy muy buena acogida en su estreno mundial en festival. El largometraje, que encabeza la participación del cine mexicano este año en la Berlinale, fue exhibido este lunes, fuera de competencia, en el marco de la prestigiosa sección Panorama Especial. Workers cuenta una historia real del abuso que sufrió un migrante salvadoreño irregular, al que su empresa le negó la jubilación luego de 30 años de trabajo aprovechándose de su estatus de ilegal. «Son historias que tienen algo de kafkiano» comentó a los medios el director del film, José Luis Valle, recordando que en Alemania un perro pastor alemán llamado Gunter III heredó la fortuna de una rica familia.
-TANTA AGUA
Uruguay emergió en la Berlinale con Tanta agua, un film de bajo presupuesto dirigido por dos debutantes -Ana Guevara Pose y Leticia Jorge Romero-, que de un diluvio en vacaciones salta al complejo mundo de la pubertad. «Nos centramos en un padre y sus dos hijos para pasar a algo tan macro como es la fase de la persona que siempre persiste cuando creamos haber llegado a la adultez», explicó Guevara, en entrevista a dos voces con su colega. La situación de arranque de Tanta agua, estrenada en Panorama, es un «pobre padre» divorciado, que se lleva a sus hijos de vacaciones una semana a unas termas uruguayas. Como el título anuncia, al trío le espera un diluvio que además de inutilizar la piscina y empapar a la familia obliga al adulto a buscar alternativas a dos poco cooperativos hijos, empeñados en aburrirse sin disimulos, especialmente la muchacha, Malú Chouza. El film supera con creces el diluvio inicial para dejar emerger de nuevo esa cinematografía en la Berlinale, tras el espaldarazo que supuso en 2009 Gigante.
(Fuentes: Yahoo / El universal / Informador)