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MARFICI 2012: la independencia tan temida

Por Mex Faliero

Contra los pronósticos, el Festival Independiente de Cine de Mar del Plata siempre termina estando ahí. Desde hoy y hasta el sábado 19, únicamente en las tres salas del Centro de Arte MDQ (San Luis 1750), se podrán ver largos de ficción, documentales, cortos; habrá dos competencias oficiales y la habitual apuesta por un cine que rodea al mainstream y lo mira desafiante. Si bien ya se ven películas desde las 14:00, la apertura oficial será a las 20:00 con la proyección de El mundo que fue y que es, dirigida por Pablo Llorca, un habitual del MARFICI.

Decíamos contra todos los pronósticos, porque es indudable que a esta altura el MARFICI se encuentra en una zona roja. Si bien se conocieron tiempos bastante venturosos, siempre ha pendido sobre la organización cierta idea de que los lazos políticos motorizaban su realización. Indudablemente, desde la gestión de Gustavo Pulti en la Municipalidad local el interés por promocionar y apoyar este encuentro ha ido bajando en intensidad. Hoy la Municipalidad le pone más interés (y sustento económico) a un festival como el Azabache (un encuentro de arte noir que se realiza desde el pasado jueves y hasta el domingo) que al MARFICI.

Igualmente el MARFICI también ha ido perdiendo espacio por cuenta propia (no todo es culpa de la política), no sabiendo proteger algunos espacios que había ganado noblemente (como el Teatro Corrientes, entre otros) y también con una no del todo bien planificada política de comunicación institucional. Así las cosas, si el Festival se sigue realizando es por el empeño de su grupo de programadores, por el trabajo del staff, y porque a nivel nacional y regional, el Festival se ha ganado un nombre. Por eso, realizadores y prensa (sobre todo nacional) ven con buenos ojos participar de este encuentro, más allá de sus limitaciones y su impresión de estar hecho a pulmón: eso se nota muchas veces en las grillas y folletería que se le ofrece al público.

Tal vez estos comentarios se parezcan demasiado a los del año pasado, pero es que el MARFICI se encuentra en esa meseta extraña, como en un limbo particular que lo hace funcionar ya por una energía propia, bien ganada pero ya algo demasiado exigida. Como siempre decimos, lo que lo termina salvando a los festivales (y no sólo a este, sino a otros, incluso aquellos más “grandes”) son las películas. Y para esta edición hay más de 70 largos y cortos, y mucho para descubrir: a priori, algunos nombres que nos interesan y que pueden estar entre lo mejor de estos días festivaleros: Bitter Sedes (Micha Peled), Playing against time (Mike Dibb), Tierra de los padres (Nicolás Prividera), Papirosen (Gastón Solnicki), Baldosas de Buenos Aires (Carmen Guarini), El mundo que fue y el que es (Pablo Llorca), Adam resucitado (Paul Schrader), Buenas noches España (Raya Martin), La casa (Gustavo Fontán), Accidentes gloriosos (Mauro Andrizzi & Marcus Lindeen).

Agreguemos que para este año, los dos jurados estarán integrados por reconocidos realizadores y especialistas vinculados con el cine. La competencia de documentales tendrá a Matías Herrera Córdoba, Uli M. Schueppel, y Gustavo J. Castagna, mientras que la de cortometrajes contará con Alejandra Portela, Fabián Sancho, y Marcelo Gálvez.

Desde lo institucional, decir que las funciones se harán todos los días entre las 16:00 y las 22:00, y que la entrada general tendrá un costo de $15 mientras que para jubilados, estudiantes y discapacitados saldrá $10. Toda la información, como grilla y catálogo, se puede descargar del sitio www.marfici.com.

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