La película Faust del director ruso Alexander Sokurov -una relectura del clásico de Goethe- ha conseguido este sábado por unanimidad el máximo galardón de la Mostra de Venecia, en la 68ª edición del festival internacional de cine.
«Para mí es una cuestión de principios que mi filme sea visto, es decir, acercarlo a la gente. Esta era nuestra tarea al venir aquí a Venecia. Y después ha sucedido un caso increíble: hemos sido entendidos, algo que no sucede a menudo», comentó Sokurov durante la rueda de prensa posterior a la ceremonia de entrega de premios.
El jurado, presidido por el cineasta y productor estadounidense Darren Aronofsky, ha concedido el León de Plata a la mejor dirección a Shangjun Cai por Ren shan ren hai, una película sobre una venganza familiar que entró en la competición de Venecia como el filme sorpresa de la edición. Al recoger el galardón, el realizador chino quiso «agradecer a la vida, porque es ella la que nos enseña y es de ella que aprendemos todo».
Su compatriota Deannie Yip, veterana actriz hongkonesa, se llevó la Copa Volpi a la mejor interpretación femenina por su papel en Tao Jie, de Ann Hui. El actor irlandés nacido en Alemania Michael Fassbender fue galardonado con la Copa Volpi por su papel «extraordinario y valiente», según el jurado, en Shame, uno de los filmes favoritos del certamen.
El premio Marcello Mastroianni al actor emergente fue también para el cine asiático: Shôta Sometani y Fumi Nikaidô, del filme japonés Himizu, mientras el premio especial del jurado se lo llevó la película italiana Terraferma, de Emanuele Crialese.
«Llegué a Venecia con un sentimiento confuso, porque el sistema del concurso en un festival grande está ya superado. Hace falta inventar un sistema nuevo de festivales de cine y hacer verdaderamente exhibiciones de arte y no ferias de vanidades. El único problema es que los periodistas no lo querríais aceptar, ni tampoco la televisión. Pero la minoría a veces tiene razón», dijo Sokurov tras recibir su premio por Faust, con el que cierra su particular tetralogía sobre la naturaleza del poder.
Sokurov se ha convertido en el segundo cineasta ruso en recibir el máximo galardón del festival de cine más antiguo del mundo. En 2003, Andreï Zviaguintsev recibió el León de Oro por El retorno.
En la 68 edición del festival, la Osella al mejor guión fue concedida al filme griego Alpis, de Yorgos Lanthimos, mientras que la Osella a la mejor contribución técnica fue para Robbie Ryan por su trabajo en la fotografía en el filme británico Wuthering heights, de Andrea Arnold.
El premio Luigi de Laurentiis, también conocido como León del Futuro que reconoce a la mejor opera prima, fue para el filme italiano Là-bas, del cineasta Guido Lombardi, que participaba dentro de la sección paralela Semana Internacional de la Crítica.
Además la única producción de Latinoamérica y de lengua hispana que consiguió un premio de los considerados oficiales fue Accidentes gloriosos, del cineasta argentino Mauro Andrizzi. Esta producción de Dinamarca, Argentina y Suecia, codirigida por el sueco Marcus Lindeen, consiguió el premio al mejor mediometraje de la sección paralela Horizontes, que cuenta con su propio jurado.
También el filme español de ciencia ficción Eva, dirigido por Kike Maíllo y presentado fuera de concurso en la Mostra de Venecia, ha conseguido una mención especial del premio que otorga el Festival de cine de Vittorio Veneto, dedicado a la infancia.
En la sección oficial, dos de las favoritas se fueron con las manos vacías. Ni Carnage de Roman Polanski, ni el cuarto trabajo como director del actor estadounidense George Clooney, The ides of march, que además fue filme de apertura, se llevaron premio.
(Fuente: El mundo)