, documental de la mexicana Natalia Almada sobre un cementerio de narcotraficantes en Culiacán (Sinaloa), fue presentado el martes en Cannes, pocos días después de que Miss Bala, de su compatriota Gerardo Naranjo, trajera a esta cita del cine mundial la terrible violencia en México.
Tras El otro lado y El general, Natalia Almada, de 36 años, quien también es ciudadana estadounidense, sigue explorando la historia de su país con esta cinta filmada en el laberinto de un narcocementerio en Culiacán, donde se levantan extravagantes tumbas de algunos de los fallecidos jefes de los cárteles mexicanos.
El filme, proyectado en una sesión especial de la Quincena de Realizadores, muestra paralela del Festival de Cannes cuya meta es “descubrir filmes de jóvenes autores y saludar las obras de directores reconocidos”, sigue a El velador, Martín, quien noche tras noche cuida el panteón y las tumbas, a todas vistas muy costosas.
A diferencia de Miss Bala, un largometraje de ficción donde hay tiroteos, sangre y muertos, la cinta de Almada, casi muda, trata de la violencia en México, pero sin ninguna escena de sangre. Indaga, a través de imágenes de las tumbas de los lores de la droga, en el fenómeno del narcotráfico y su secuela de víctimas que, recordó la realizadora, ascienden ya a 40.000 muertos en cuatro años.
La cinta “es una mirada al mundo de la violencia en México, pero de manera indirecta”, dijo Almada, ganadora en el Festival de Sundance de 2009 del premio a mejor dirección de documentales por El general, un retrato del presidente mexicano Plutarco Elías Calles, que fue su bisabuelo, a través de los ojos de su abuela Alicia Calles.
La realizadora rechazó el término de “narcopelículas”, que ha sido utilizado en un diario francés para describir los tres filmes mexicanos presentes en Cannes, que tienen como telón de fondo el narcotráfico: Miss Bala, que fue muy aplaudida; Días de gracia, de Everardo Gout; y El velador. “Desde hace décadas hay en México todo un género de ‘narcochurros'», hechos con poco dinero, sobre el tema del narcotráfico. Pero en esa época ese fenómeno no tenía la dimensión que tiene ahora y la población civil no era una víctima como lo es ahora”, recalcó la joven documentalista.
Almada opinó que era interesante la presencia en esta edición del Festival de Cannes de cintas de tres cineastas jóvenes mexicanos que tocan el mismo tema, “aunque los filmes son muy distintos”. Agregó que cree que “Miss Bala y El velador se complementan mucho, porque llaman la atención sobre una sociedad marcada no sólo por el narcotráfico, sino por la desigualdad, la injusticia, donde los jóvenes no encuentran salida”.
“Lo interesante es la creación de un diálogo”, agregó la realizadora, que halla «muy natural” que ese tema sea ahora protagonista en la pantalla grande. “El tema de la violencia permea toda la sociedad mexicana, y es natural y necesario que los cineastas aborden ese tema”, dijo la documentalista, que aspira hacer con su cine un “trabajo sobre la memoria y sobre la historia de México, su pasado y su presente”.
Esta es su primera participación en Cannes. El velador fue presentada hace unas semanas en el Festival de Nuevos Directores del Museo de Arte Moderno de Nueva York y en la Film Society de Lincoln Center.
Otros proyectos mexicanos serán presentados en Cannes en un homenaje de la Semana de la Crítica al Festival Internacional de Cine de Morelia, mostrando cintas premiadas en 2010 en esa muestra. Entre ellos se encuentran Busco empleo, de Francisco Valle; Ponkina, de Beatriz Herrera; Carne que recuerda, de Dalia Huerta Cano; y La mina de oro, de Jacques Bonnavent.
La directora del festival de Morelia, Daniela Michel –“una de las grandes promotoras del cine mexicano”, en palabras de Natalia Almad – forma parte del jurado de la Cámara Oro, que premia a una ópera prima o segunda obra.
México está también presente en el Mercado del filme, en el stand “Cinema México”, donde productores, distribuidores y realizadores de ese país promueven películas como Cielo abierto y Lluvia de luna.
(Fuente: AFP)