TRES FRONTERAS 2014: una mirada atenta a las Tres Fronteras

Por Daniel Cholakian

(@d_cholakian)

Los ajenos a estos lugares estamos tan acostumbrados a pensar la frontera como un límite, como una marca en un mapa cenital, que acercarnos a lo que representa la frontera como un “espacio entre”, como un “espacio compartido”, como una zona vital donde los desplazamientos son fundamentalmente formas cotidianas de resolver la vida familiar, económica, educativa, requiere del visitante un esfuerzo de aprendizaje. Si además esta zona de frontera tiene una cara hacia el este que es la voluptuosa, la exigente, la glamorosa, y la cara que mira al oeste es la popular, la pobre, la dependiente de los vaivenes, tipos de cambios, regímenes aduaneros y el flujo de turistas que la cara bella atrae, la compresión de la realidad de este mundo de tierra roja y ojos bellos, se hace más difícil.

Mitos y leyendas de todo tipo regulan la información sobre esta frontera, sus puentes, sus comercios, sus formas de intercambio, los delitos y las amenazas. Lo cierto es que, como en cualquier zona fronteriza en el mundo, sus habitantes comparten lenguajes, imaginarios, comidas, cultura. Y la vida la resuelven según las variaciones de las políticas económicas y aduaneras. Con los años de la convertibilidad, Puerto Iguazú se desbarrancó como el resto del país en materia económica, pero con 100 dólares se podían cruzar los puentes que la unen con Foz de Iguazú o Ciudad del Este y resolver la alimentación de la familia por un largo tiempo. Y así como hoy argentinos compran arroz y azúcar en Foz de Iguazú, en algunos momentos según los vaivenes de la tasa de cambio, los brasileños compran barato en nuestro país, mientras que de aquí siempre parten contingentes para comprar productos electrónicos hacia Paraguay -generalmente turistas atraídos por las cataratas- y gran cantidad de pequeños comerciantes brasileños del interior profundo del país llegan hasta Ciudad del Este para proveerse de mercadería. El narcotráfico, la trata de personas y otros delitos conexos que siempre están asociados a fronteras, no son ni de casualidad el flujo principal, ni mucho menos evidente, en este lado del mundo.

Y si los actores que han venido al festival no son del todo conocidos en el pueblo de Puerto Iguazú, es porque en la televisión durante el día, acá y allá, se ven novelas brasileñas. Aunque por la noche, acá y allá, lo que más se sintoniza es el programa de Tinelli.

Los lectores se estarán preguntando si ingresaron al sitio correcto o si FANCINEMA había cambiado de género periodístico. Lo cierto es que la posibilidad de viajar, de encontrarnos con realidades diversas, debe ser parte de la cobertura de un festival como este, porque la posibilidad del arte de ser un espacio de pensamiento y debate debe ser parte de la propia cobertura.

Ayer contamos que las salas el domingo estaban llenas y eso reflejaba el interés de la población por ver cine en el cine. La pregunta era ¿cómo responderán el lunes, que es un día “laborable”? Este lunes, las salas en la función de las 18:00 estuvieron cerca del 60 % y en las funciones de las 20:00 y las 22:00, repletas. Y otra vez las familias con niños, con abuelas, con el termo de agua helada para tomar tereré y con la pasión intacta. La alegría de Juan Palomino y la tranquilidad de Daniel Valenzuela al ver importantes filas para entrar a ver las películas y el predio donde están instaladas las carpas lleno de personas fue un signo claro de esta muy buena respuesta del pueblo de Puerto Iguazú.

Hugo, Paco, Luis y tres chicas de rosa, coproducción entre Puerto Rico y Argentina, abrió las proyecciones de la jornada en términos de competencia. Al mismo tiempo y a un lleno completo se proyectaba Caíto, con la presencia de Guillermo Pfening, su director.

Mientras la película portorriqueña está tan cargada de lugares comunes y de obviedades que sus hallazgos y momentos agradables se desdibujan por completo, la siguiente película incluida en la sección de competencia internacional de ficción Despertar el polvo atrae y despierta muchas lecturas diferentes.

Pero eso será materia de la próxima crónica. Mañana hablaremos solamente de películas.

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