Título original: I don’t know how she does it
Origen: EE.UU.
Director: Douglas McGrath
Guión: Aline Brosh McKenna sobre la novela de Allison Pearson
Reparto: Sarah Jessica Parker, Greg Kinnear, Pierce Brosnan, Christina Hendricks, Olivia Munn, Kelsey Grammer, Seth Meyers
Fotografía: Stuart Dryburgh
Montaje: Kevin Tent, Camilla Toniolo
Música: Rachel Portman
Duración: 89 minutos
Año: 2011
4 puntos
Siempre estuvo todo “bien”
Por Matías Gelpi
En la industria cinematográfica hollywoodense se suele identificar a Sarah Jessica Parker como el retrato de cierto tipo de mujer norteamericana (generalmente neoyorquina), de clase media, exitosa (o con destino de serlo), independiente, autosuficiente, con problemas amorosos, etcétera. Por eso le suelen quedar cómodos esta clase de “proyectos de comedia romántica”. En este caso, ¿Cómo lo hace?
Aquí estamos con Kate (Parker), una mamá que quiere hacer todo. Me refiero a tener una vida profesional exitosa y encargarse de todos en su familia. Además, para ella, todo tiene que ser perfecto, y si no lo es, al menos debe funcionar. En cierto punto las cosas empiezan a desbalancearse, su matrimonio corre peligro debido a un compañero de trabajo que se le acerca sentimentalmente y… demás lugares comunes.
El trabajo del director Douglas Mc Grath (Infame, 2006) es el de alguien indeciso. Por ejemplo, al principio de la película utiliza algunos recursos simpáticos, como el que los personajes hablen a cámara y testimonios de amigos y conocidos de Kate al estilo entrevista documental, que con mayor y menor suerte, logran buenos momentos y le dan cierta elasticidad y ritmo a una historia de por sí poco original. Sin embargo, poco a poco la comodidad y la falta de pulso hacen que el tedio y la falta de ideas ganen el film. De repente, ¿Cómo lo hace? es una película absolutamente convencional, en la cual se empiezan a desarrollar un par de conflictos que nunca despiertan el suficiente interés. Por un lado, la elección de prioridades de Kate entre su vida profesional y su vida personal; y por el otro, la aparición de Jack Abelhammer (Pierce Brosnan), un inversionista que comienza a trabajar junto a Kate y con el que iniciará una especie de romance, o mejor dicho, comenzará a existir cierta tensión romántica/sexual (para la lógica del film, estos adjetivos van juntos), pero no mucho más.
McGrath decide resolver todo sin que pase realmente nada, es decir, el matrimonio de Kate nunca corre realmente peligro y jamás queda cerca de cometer un “error” realmente grave con Jack. Además, reafirma y avala que ella siga con ese estilo de vida que la obliga a trabajar mucho, y descuidar a su familia o viceversa. Por lo tanto, nos encontramos ante una comedia burguesa y conservadora cuyos puntos de vista son, al menos, discutibles.
¿Cómo lo hace? es todo lo que uno no espera de una comedia: en vez de ser corrosiva, incómoda y crítica con ciertos modos de vida que retrata, es condescendiente, amable y bienpensante en el peor de los sentidos. Por momentos es entretenida, sí, pero sin nada nuevo para decir, sino todo lo contrario.
En este año, cuando se han estrenado cosas interesantes como Damas en guerra, el personaje de Sarah Jessica Parker queda anacrónico y su película atrasa ya unos 20 años. Kate, con su vida exitosa y sus aires noventosos, es un símbolo anticuado de una época decadente que merece ser olvidada en los DVD de Sex and the city. En conclusión, para divertirse en serio preferible volver a ver la excelente película con Kristen Wiig y olvidar por un rato por qué no somos lo que pudimos haber sido.
Redundancia o insistencia: ¡para entender el por qué de la última frase, hay que ver Damas en guerra!