sigue adelante en octubre con el ciclo Muertos de risa, donde se programan películas de terror y comedias. Las funciones son los miércoles a las 18:30 en la Sala Nachman (Boulevard Marítimo 2280), y esta semana el arranque será con el film italiano Seis mujeres para el asesino, de Mario Bava. Durante el mes se verán, también, The lavender hill Bob, Venecia rojo shocking y La cena de los tontos.
El salón de moda, organizado por Cristina y su amante Max, es un lugar de lujuria, tráfico de cocaína y chantaje, donde una serie de jóvenes modelos son asesinadas de forma salvaje. Parece cada vez más claro que todas las víctimas tienen un pasado muy turbio y, lentamente, sus secretos se verán develados a través de un diario dejado por una de las modelos asesinadas.
Mario Bava es sin dudas uno de los grandes referentes del cine de terror de todos los tiempos. Entre otras cosas fue el creador de un subgénero llamado giallo, y con este film marcaría varias de las constantes en este tipo de películas. Asesino con máscara y guantes negros, mujeres muy bonitas emparentadas con el mundo de la moda o la alta sociedad, drogas y sobre todo los crímenes más retorcidos filmados y fotografiados con un estilo de colores saturados y escenarios bien barrocos, como sólo este gran director podía hacer.
Para el miércoles 12 será programada The lavender hill mob. Allí, Allec Guinness es un afable empleado bancario que ha estado supervisando la entrega de lingotes de oro por más de 20 años, y su carácter fiable y detallista lo han colocado en una posición de confianza. Contemplando cómo podría robar el oro, Holland llega a la conclusión de que el único problema sería cómo sacar el oro del país. Sin embargo, cuando descubre que su nueva amiga Pendlebury es la propietaria de una compañía de souvenirs, elabora un plan para quedarse con el oro usando el negocio para el contrabando.
El film es una comedia levemente satírica, con la chispa y gusto de un equipo creativo en plena forma, con el director Charles Crichton inventando una simpática aventura de crimen amoral. El director aborda el tema clásico de la Ealing con unos criminales inusuales, con estilo y facilidad. El reparto, con Alfie Bass y Sid James, es indispensable, pero es Guinness quien lleva adelante esta película.
Llegando al miércoles 19 el terror aparecerá en Venecia rojo shocking (1973). Para intentar superar la reciente y trágica pérdida de su hija, el arquitecto John Baxter y su mujer Laura se trasladan a Venecia con el encargo de restaurar una vieja iglesia. Durante su estancia conocerán a un par de ancianas que dicen haber entrado en comunicación con su difunta hija y que les advierten de un peligro inminente.
Película que con el paso del tiempo podríamos denominar de culto, el inglés Nicholas Roeg logra transformar a la ciudad de Venecia en una pesadilla inacabable (gracias a la fotografía de Anthony B. Richmond), haciéndola lucir lúgubre. Basada en un relato corto de Daphne du Maurier (la misma autora de la que Hitchcock adaptaría Rebecca y Los pájaros). Donald Sutherland y Julie Christie encabezan el elenco y también podemos destacar la banda sonora de Pino Donaggio (compositor de muchas de las bandas sonoras de Brian de Palma) en su primer trabajo para el cine.
Finalmente el miércoles 26 se proyectará la francesa La cena de los tontos (1998), de Francis Veber. El film retrata lo que pasa en un grupo de amigos snob que cada miércoles invitan a un tonto a cenar, con el fin de divertirse y tomarle el pelo, cuando convocan a esta “cena de los tontos” a François Pignon, un particular empleado que tiene una pasión por las construcciones hechas a base de fósforos.
Con notables actuaciones de Thierry Lhermitte y, especialmente, de Jacques Villeret, este film es una demostración efectiva de comedia vodevilesca bien ejecutada. Veber ha desarrollado una carrera con este tipo de productos, muy exitosos en Francia, pero en la mayoría de los casos bastante limitados y básicos en su humor. Sin embargo, en este caso, logra una perfecta sincronía entre los enredos y los equívocos, más el humor físico. La película tuvo una remake norteamericana con Steve Carell y Paul Rudd, más una versión teatral argentina con Guillermo Francella y Adrián Suar.