La gran culminación de una etapa para Marvel funciona principalmente cuando apela a una mirada melancólica y personal sobre el pasado, antes que a la acción y la épica del presente.
Brie Larson debuta en la dirección con esta extraña y efectiva comedia dramática, en la que una joven encerrada en su infancia desea ser dueña de un unicornio.
A partir del film iraní de Vahid Jalilvand surgen nuevas reflexiones sobre la película de Cuarón. Que a su vez nos remiten a El protegido, la obra maestra de M. Nihgt Shyamalan.
Un film que funciona correctamente como presentación de la heroína y como puente rumbo a Avengers: Endgame, aunque no aporta nada relevante más allá de eso.