Uno de los grandes clásicos de John Ford por fuera del western es este melodrama centrado en una familia de mineros galeses en el Siglo XIX. Un film entre naturalista y bucólico, con las señas formales y temáticas del maestro.
La más grande de las películas navideñas es en verdad una fábula oscura, donde el elemento fantástico llegar para salvar al protagonista y a todos nosotros.
La película animada original permite ver muchas de las virtudes del cine producido por Walt Disney, desde los temas que elegía hasta las formas experimentales del relato.
Después de El ciudadano, Orson Welles redoblaba su apuesta y construía un relato donde el drama más hondo se daba la mano con una socarrona autoconsciencia.
La comedia musical de Manuel Romero es un ejemplo perfecto de cómo el género puede hablar sobre un país, sus diferencias casi irreconciliables pero también sus posibles puntos de encuentro.