
Título original: The parenting // Origen: EE.UU. // Dirección: Craig Johnson // Guión: Kent Sublette // Intérpretes: Nik Dodani, Brandon Flynn, Brian Cox, Edie Falco, Lisa Kudrow, Dean Norris, Vivian Bang, Parker Posey, Kate Avallone, Elle Kaye, Chloe Sciore, Keith R Beck, John Hawe // Fotografía: Hillary Fyfe Spera // Montaje: Josh Crockett // Música: Nathan Larson // Duración: 94 minutos // Año: 2025 // Plataforma: Max
5 puntos
UNA DE MÁS, UNA DE MENOS
Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
Si uno tomaba en cuenta los nombres involucrados, Escapada de espanto daba aunque sea para un mínimo entusiasmo o expectativa. Brian Cox, Edie Falco, Lisa Kudrow, Dean Norris y Parker Posey son actores que suelen ser garantías en casi cualquier género. A eso había que sumarle un relato que combinaba el terror sobrenatural con la comedia de una forma potencialmente interesante. Sin embargo, esta producción de Max dirigida por Craig Johnson (que tenía un par de antecedentes atractivos, como Irremediablemente juntos y Verdaderos adolescentes) nunca sale de la medianía y no pasa de ser un entretenimiento discreto.
Quizás la clave para estos resultados esté en esa mescolanza de géneros y tonos que propone el film, que rara llega a ser sistema. Tenemos a una pareja de jóvenes (Nik Dodani y Brandon Flynn) que invitan a sus respectivos padres a un fin de semana en una bella casa en el medio de un bosque. Todo está planificado para que esos días sean perfectos, aunque las primeras impresiones y ciertas tensiones afectivas previas hacen que todo sea un poco incómodo. Pero todo se complicará definitivamente cuando los protagonistas se encuentren con que en la casa hay un espíritu demoníaco que tomará posesión de uno de ellos, con la intención de asentarse en nuestra realidad de manera definitiva.
Escapada de espanto arranca entonces como una comedia familiar al estilo La familia de mi novia, con esa situación de convivencia forzada entre personas que no se conocen entre sí y otros que quieren probar que su relación puede soportar desafíos arduos. Todo eso mientras intenta construir algunas atmósferas que parodian el imaginario del cine de terror y que alimenten el conflicto afectivo central, con resultados desparejos. Prueba de esto es un chiste alrededor de unos ruidos que se interpretan como sexuales cuando en realidad tienen causas sobrenaturales y que provocan una serie de malentendidos entre los protagonistas, que funciona inicialmente, aunque luego va perdiendo impacto.
Es recién cuando el duelo con la entidad maligna queda definitivamente planteado que el film empieza a tener mayor consistencia, pero sin alcanzar grandes alturas en su búsqueda de comicidad escatológica. Hay sí, algunos hallazgos aislados en Escapada de espanto, como la historia previa que narra la primera aparición del espíritu, en donde el personaje de Posey, bastante desquiciado, juega un rol importante. O un par de chistes que actualizan la mirada homofóbica tradicional para decirnos que está definitivamente pasada de moda. Pero no hay mucho más en una película que primero acumula demasiados elementos y después carece de vigor para sacarle el jugo a su trama.
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