
Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
Atención: spoilers
En otro capítulo desparejo, con unas cuantas decisiones algo arbitrarias, Skeleton Crew se acerca a su momento definitorio. We’re gonna be in so much trouble estuvo bien narrado por su director, Lee Isaac Chung, y les permitió a Fern, Wim, Neel y KB probarse como aventureros, aunque lo hiciera en base a un par de acciones algo antojadizas, como la que los habilitó a tomar control de su nave cuando todo parecía perdido. El relato también consolidó a Jod Na Nawood como antagonista, capaz de aprovechar las circunstancias a su favor y así recuperar el liderazgo de su tripulación de piratas, liquidar sin miramientos a Brutus (su antiguo segundo y quien lo había destituido) y SM 33 -ojalá que a este último no de forma definitiva- y mostrarse capaz de hacer amenazas creíbles, que lo pintan como un tipo sin escrúpulos. El mejor tramo del episodio fue el del escape de la nave hacia At Attin, que además permitió una confluencia fluida con la subtrama de los padres de los protagonistas, que consiguieron (justo antes de ser capturados) enviar una sonda para guiar a los niños de vuelta a su hogar. Esa persecución tuvo vértigo y tensión, además de estar filmada con buen pulso por Chung, sumergiéndonos en otro pasaje de aventura vibrante. El último tramo (reencuentro entre padres e hijos incluido) fue el más ambivalente y problemático, porque no fue del todo creíble cómo Jod Na Nawood se las arregló para fingir que es un emisario enviado para hacer una inspección, al que nadie le pide credenciales y al que los niños no se atreven a delatar. Aunque hay que decir que la escena final, en las puertas de una de las bodegas repletas de créditos de la República que están guardadas en lo profundo del planeta, con Jod Na Nawood intimidante y dominando el terreno a pesar de estar enmarcado en un plano general lejano, es de lo mejor de la serie y hasta un buen resumen de todo lo ocurrido. We’re gonna be in so much trouble deja todo abierto para el último episodio, que esperemos complete adecuadamente los cabos sueltos y consolide su historia de héroes inesperados y villanos ambiguos.
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