
Por Mex Faliero
Las series de espionaje suelen ser uno de los menús habituales de las plataformas: tienen acción, pero no requieren de secuencias demasiado espectaculares para sobrevivir; pueden encerrar a tres personajes charlando durante diez minutos y mantener el interés sobre lo que está pasando; a partir de la especulación geopolítica pueden decir cualquier disparate que no desentonan; y por lo general algunas estrellas gustan de aparecer, porque es entretenimiento pero con contenido. Palomas negras es uno de los últimos exponentes del género, creada por Joe Barton, que contiene todos estos elementos y más, porque en el juego de espías que propone se filtra además un tono satírico y un poquitín sarcástico que le debe bastante al tono de algunas producciones de Guy Ritchie. Y sí, es puramente british en la forma un poco mala leche en que mezcla todos sus elementos, incluso un trasfondo navideño que le aporta un tono entre nostálgico y melancólico. Tenemos una entidad que regentea a agentes denominados palomas negras, que realizan trabajos de espionaje trayendo y llevando chimentos de aquí para allá. Al nivel de que la protagonista, Helen, está casada con un alto funcionario del gobierno inglés. Lo que desencadena las acciones es la muerte de tres personas que, en apariencia, no tienen nada que ver, y la aparición sin vida del embajador chino en Inglaterra, que se anuncia como una sobredosis pero en verdad parece haber gato encerrado. Palomas negras es ágil y con el nivel de sarcasmo suficiente para virar hacia la diversión cuando amaga con ponerse muy solemne. Sí son un poco molestos algunos secundarios con exceso de canchereada y la recurrencia a elementos melodramáticos (toda una subtrama sentimental del killer Sam) que por momentos entorpecen la fluidez de la acción. En todo caso, aquello que no funciona lo terminan de amalgamar Keira Knightley y Ben Whishaw, que demuestran estupenda química en pantalla y le dan solidez a personajes que podrían caer en la caricatura. Palomas negras es un muy buen entretenimiento, un juego de espionaje sin pies ni cabeza, con algunas resoluciones atadas con alambre, pero con la habilidad para distraernos con el objetivo de que sus desprolijidades no se vean del todo.
NdR: Los seis episodios de Palomas negras están disponibles en Netflix. Ya tiene segunda temporada confirmada.
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