
Título original: Carry-On
Origen: EE.UU.
Dirección: Jaume Collet-Serra
Guión: T.J. Fixman
Intérpretes: Taron Egerton, Jason Bateman, Sofia Carson, Danielle Deadwyler, Theo Rossi, Tonatiuh, Logan Marshall-Green, Dean Norris, Sinqua Walls, Curtiss Cook, Joe Williamson, Gil Perez-Abraham, Josh Brener, Benito Martinez, Edwin Kho, Reisha Reynolds, Adam Stephenson, Michael Scott, Jeff Pope
Fotografía: Lyle Vincent
Montaje: Elliot Greenberg, Krisztian Majdik, Fred Raskin
Música: Lorne Balfe
Duración: 119 minutos
Año: 2024
Plataforma: Netflix
7 puntos
EL HÉROE IMPROBABLE
Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
Los fracasos de Jungle Cruise y Black Adam quizás le demostraron a Jaume Collet-Serra que lo suyo no son los grandes tanques, sino las películas de segunda línea, ese Hollywood mediano que tiene cada vez menos lugar en los cines y que no termina de consolidarse en el streaming. De ahí que Equipaje de mano (disponible en Netflix) sea para el cineasta una especie de vuelta a las fuentes, a los mejores aspectos de La casa de cera, La huérfana, Una noche para sobrevivir, Miedo profundo y El pasajero. Ese que le permite destacarse como un hábil narrador y capaz de entregar algunas imágenes que lo ponen por encima de otros artesanos.
El de Equipaje de mano es un típico relato sobre un héroe improbable, Ethan (Taron Egerton), un joven agente aeroportuario que es feliz con su novia (Sofia Carson), que está embarazada, aunque está estancado en su trabajo, más por pereza y falta de atrevimiento que por otra cosa. Justo en la Nochebuena y en un día donde toma un par de decisiones tendientes a mejorar su posición laboral y demostrar que puede dar más, recibe una llamada de un misterioso hombre (Jason Bateman), que lo amenaza con matar a su pareja si no deja pasar por los controles una valija con un peligroso contenido. A partir de ahí, se desatará un juego de tensiones que irá in crescendo, con el aeropuerto como espacio definitorio y otros personajes cumpliendo roles relevantes.
En Equipaje de mano no podemos detectar la profundidad existencial o la expresividad urbana de Colateral: lugar y tiempo equivocados, aquel gran film de Michael Mann que también tenía un conflicto muy conciso y un duelo de voluntades entre un par de protagonistas. En parte porque Serra no lo busca: su objetivo, en cambio, es construir una narración lo más entretenida posible y salir de la superficialidad de películas como Vuelo nocturno, para acercarse a la diversión de relatos clase B como Celular. Lo logra con un par de decisiones puntuales que enriquecen lo que cuenta y atrapan la atención del espectador. Primero, un uso de los objetos -no solo esa valija letal, sino también una taza de café, una birome y hasta una tarjeta de embarque- mucho más expresivo y que, por ende, potencia el suspenso. Segundo, un diseño audiovisual que se hace cargo de que lo que se narra está al borde de lo inverosímil y que realiza apuestas estimulantes en función de eso, como un plano secuencia durante una pelea en un auto a toda velocidad, que es un bello delirio.
A partir de esa puesta en escena planificada y a la vez flexible, Serra nos entrega una película muy divertida, con un Egerton que se adapta a ese heroísmo inesperado que le pide su personaje y un Bateman que ratifica su versatilidad, componiendo a un villano tan profesional como temible. El suspenso de Equipaje de mano es uno noble, hecho con herramientas honestas, alejado de la solemnidad -eso permite que pasemos por alto algunos cabos sueltos- y con momentos muy atractivos, que incluso trascienden el formato hogareño y lo acercan a ese arte en crisis llamado cine. Es que no se trata de gigantismo, sino de saber narrar.
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