Título original: Strange darling
Origen: EE.UU.
Dirección: J.T. Mollner
Guión: J.T. Mollner
Intérpretes: Willa Fitzgerald, Kyle Gallner, Ed Begley Jr., Barbara Hershey, Madisen Beaty, Bianca A. Santos, Steven Michael Quezada, Denise Grayson, Eugenia Kuzmina, Sheri Foster, Jason Patric, Giovanni Ribisi
Fotografía: Giovanni Ribisi
Montaje: Christopher Robin Bell
Música: Craig Deleon
Duración: 96 minutos
Año: 2023
4 puntos
LAS TRAMPAS
Por Patricio Beltrami
Asesino serial es una película de suspenso con ínfulas de trascendencia. En parte este deseo se manifiesta en la propuesta formal, ya que la historia se cuenta en episodios desordenados que buscan desconcertar al espectador para luego sorprenderlo con giros y revelaciones. Sin embargo, las trampas del guión pocas veces encuentran su correlato en una puesta en escena poco sofisticada. Con el correr de los minutos, las mentiras y verdades que deliberadamente se intentan ocultar comienzan a revelarse de manera torpe o burda. Si bien se podría hablar de cierta apuesta por el extrañamiento, todo está fríamente calculado como para creer que este survival carente de carisma puede coquetear con registros ajenos a sus aires de solemnidad y petulancia.
La película narra el encuentro entre La Dama (Willa Fitzgerald) y El Demonio (Kyle Gallner), don jóvenes desconocidos que están a punto de pasar una noche de lujuria en un motel en un área rural de Oregon. Sin embargo, de un momento a otro el hombre aparece manejando su camioneta a toda la velocidad por la ruta mientras persigue a los tiros a la mujer. Entre capítulos que se alternan en el tiempo, Asesino serial comenzará a develar el costado criminal de la historia y cómo una noche de sexo deriva en una violenta persecución.
La gran trampa de Asesino serial radica en su pretendida innovación formal. Es verdad que el desarrollo del relato en capítulos desordenados sirve para generar mayor impacto en las numerosas revelaciones y giros que acumula a lo largo del metraje. De hecho, algunas pocas sorpresas resultan acertadas para enriquecer la propuesta desde la acción. Sin embargo, esta estructura principalmente ayuda a enmascarar un relato que, planteado de manera lineal, sería simple y convencional. Sin toda esa parafernalia, sería más adecuado que este relato forme parte de una serie sobre asesinos seriales en lugar de merecer su propia película. A su vez, el film tiene una relación extraña con el verosímil. Por una parte se plantea como una reversión de un conjunto de hechos reales a partir de la ficción para contar una historia de suspenso con extrema violencia, pero al mismo tiempo contiene elementos y resoluciones inverosímiles, como un sadomasoquismo extremadamente respetuoso, recuperaciones físicas milagrosas o un culto al apocalipsis.
Por otra parte, Asesino serial está constantemente pendiente de generar climas. De hecho muchas escenas se estiran demasiado sólo con la pretensión de dotar a esos momentos de cierto sentimiento que los personajes y la puesta en escena apenas irradian. Quizás se destaca la persecución vehicular al inicio de la película, donde se demuestra vértigo y nervio a través de la acción. Sin embargo, ni una búsqueda dentro de una casa en un extenso plano secuencia ni la larga conversación entre dos extraños en un auto con una lograda puesta de luces azules (debut de Giovanni Ribisi como director de fotografía en un largometraje), ni la escena de tortura en el motel logran plasmar las atmósferas deseadas desde la realización. Finalmente, la película intenta reflexionar sobre temáticas centrales en el Estados Unidos profundo que critica, como el poder, la violencia, el género o la lujuria. De hecho, este ejercicio se logra en algunos pasajes, aunque en cierto momento todo se pone de manifiesto en discurso, adelantando algunos planteos y finalmente siendo redundante en su denuncia. Por último, Asesino serial cae en su propia trampa con el correr de los minutos cuando revela a quién alude su título traducido. A la media hora, las acciones, decisiones y obsesiones de los propios protagonistas dejan en pantalla marcadas evidencias de los grandes giros que se guardan para los próximos minutos. El tiro por la culata.
Si disfrutás los contenidos de Funcinema, nos gustaría tu colaboración con un Cafecito para sostener este espacio de periodismo independiente: