
Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
La idea de este nuevo spinoff de The walking dead es ciertamente prometedora, a partir de cómo une a dos antagonistas absolutos como son Maggie y Negan. Vale recordar que Glenn, la pareja de la primera, fue asesinada a batazos por el segundo mientras ella observaba el hecho (y estando embarazada, para más datos), en uno de los episodios más terribles y emblemáticos de la serie principal. De ahí que The walking dead: Dead city tuviera mucho para ofrecer desde la tensión casi asfixiante entre ambos personajes. En parte de su relato lo logra, partiendo de un disparador interesante: el hijo de Maggie ha sido secuestrado y lo mantienen cautivo en Nueva York, por lo que ella acude a Negan, ya que el secuestrador, un hombre al cual apodan “El Croata” (Zeljko Ivanek exhibiendo su lado más siniestro), es un viejo conocido del ex líder de los Salvadores. Lo de Maggie es un pedido de ayuda, pero también un pase de factura, una deuda que un reformado -a medias- Negan se sentirá obligado a pagar. Por eso ambos deberán adentrarse en una Gran Manzana arrasada y convertida en refugio de criminales, en una misión cuesta arriba, tanto por ese enemigo temible que se les opone, como por un alguacil (Gaius Charles) que tiene asignado capturar a Negan y les pisa los talones. El conflicto de fondo en The walking dead: Dead city está relacionado con el perdón, o su imposibilidad, no solo porque Negan es consciente de que algunas acciones suyas del pasado son irredimibles, sino también porque la propia Maggie no puede perdonarse a sí misma por errores cometidos previamente. Ahí, en ese nudo ético y moral, es que la serie creada por Eli Jorne encuentra su mayor punto de interés, a la vez que aprovecha la particular química entre sus protagonistas y la expresividad del paisaje urbano. A la vez, en el diseño narrativo y audiovisual hay un referente ineludible que es Escape de Nueva York, el clásico de John Carpenter de 1981, de lo cual la serie se hace cargo con consciencia y responsabilidad, en una relectura audiovisual que se adapta al imaginario dominante de la franquicia televisiva. Lamentablemente, si los capítulos iniciales poseen un interés sostenido, los últimos episodios parecen más preocupados por sentar las bases para la segunda temporada que por darle mayor profundidad al choque de perspectivas entre Maggie y Negan. Ahí es donde surge una nueva villana, La Dama (Lisa Emery), que luce prometedora a partir de un par de gestos despiadados, aunque antes tenemos que contemplar demasiados giros en la trama, que le quitan fluidez y consistencia. Igual, de cara a la segunda entrega, que se estrenará en el 2025, el crédito está abierto, especialmente por lo que pueden dar los dos personajes principales, dos sujetos que a lo largo de los años han adquirido cada vez más ambigüedad.
-Los seis episodios de The walking dead: Dead City se emitieron en la señal AMC y están disponibles en Prime Video. Ya se está rodando la segunda temporada.
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