Por Patricio Beltrami
NdR: este artículo contiene spoilers.
El universo de personajes y conflictos de Ciudad Gótica es tan amplio que The Batman no es suficiente para explorar este complejo entramado. Al calor del éxito de la película, DC y Matt Reeves comprendieron que las series, el territorio streaming, resultaban clave para expandir los horizontes narrativos de su propuesta. Por ello, El Pingüino se erige como complemento para la película de 2022 y, quizás, como punta de lanza para un conjunto de miniseries en Max. La serie, que mantiene el tono narrativo y estético de The Batman, comienza inmediatamente después del final de la película. Dirigido por Craig Zobel y escrito por la showrunner Lauren LeFranc, After hours arranca con un panorama de la crisis en los barrios populares de Gótica arrasados por la inundación: los pobres piden ayuda por las pérdidas, adictos que no pueden conseguir drogas, una guerra por el control de las calles tras el asesinato de Carmine Falcone (Mark Strong en lugar de John Turturro). En ese marco, Oz (Colin Farrell) llega con una maza al destruido club donde Falcone manejaba sus operaciones para saquear material para chantaje y joyas escondidas. Sin embargo, es sorprendido por Alberto Falcone (Michael Zegen), heredero del imperio criminal. Tras ensayar una mentira para salir del paso, ambos se quedan hablando en la oficina. Justamente, esta será una cualidad de El Pingüino: largos diálogos entre rivales y aliados para establecer el juego de seducción, engaños y amenazas. El problema es que a veces las anécdotas se alargan demasiado hasta que se llega al punto. En este caso, es un golpe que condicionará al resto serie: mata a Alberto. Bajo amenaza, Oz recluta a Victor Aguilar (Rhenzy Feliz) para que lo ayude a construir una coartada y descartar el cuerpo de Alberto. A punto de ejecutarlo, Oz se arrepiente y lo emplea como secuaz. Con este gesto, El Pingüino introduce a Victor y al espectador en el bajo mundo de Gótica, en ese débil equilibrio entre la guerra de bandas y mafias por la venta de drogas. Allí viene el otro quiebre After hours. En la mansión Falcone, Johnny Vitti (Michael Kelly) y Milo Grapa (James Madio) le informan a Oz que cerrarán su operación de drogas. Como respuesta, El Pingüino revela algo que Alberto le había contado a medias: un cargamento de drogas llegará en los próximos días. En ese momento, llega Sofía Falcone (Cristin Milioti), la otra heredera que había pasado un tiempo en el Asilo Arkham tras haber cometido una serie de crímenes. Con presencia calma pero inquietante, Sofía interroga a Oz sobre su hermano y, luego, lo invita a almorzar para dialogar a solas. Allí, Sofía empieza a revelarse como la figura más peligrosa e imprevisible de la serie, con una historia de violencia y sadismo propio de los peores villanos de Batman. No sólo conocía el plan de su hermano, sino que además admite que la noche de su desaparición iría al club de su padre. Acorralado, Oz responde que desconocía que ella también formaba parte de la operación, pero la tensión entre ambos queda latente. Por eso, El Pingüino visita a Salvatore Maroni (Clancy Brown) en la prisión para cerrar una alianza, pero su historial de traiciones frustra su idea. Como gesto de buena voluntad, le devuelve un anillo a Maroni, joya que Falcone había usado como trofeo de guerra durante muchos años. Tras largos minutos de cháchara, la acción llega en el cierre del capítulo. Oz intenta escapar del asedio de Sofía y sus matones, incluso provocando la muerte de uno de los ellos, pero termina emboscado. Aunque niega haberse encontrado a Alberto en el club, lo torturan y ve cómo Falcone asesina a un soplón que robaba autos con Victor. Pero la sesión se interrumpe cuando un auto se estrella frente a la mansión y Sofía descubre el cuerpo de Alberto en el baúl junto a la palabra venganza. After hours culmina con una charla entre Oz y Victor, donde se revela que todo había sido un plan diseñado fuera de campo. De hecho, hay varias cuestiones que hacen ruido: el plan final, el vínculo con Victor o la subtrama familiar. Dentro de la complejidad de personajes, alianzas y traiciones, After hours abruma en ciertos diálogos extensos, pero sobresale cuando retrata el lado más violento y explosivo de Oz.
Si disfrutás los contenidos de Funcinema, nos gustaría tu colaboración con un Cafecito para sostener este espacio de periodismo independiente: