
Por Mex Faliero
Volvió Only murders in the building. Y volvió con todo si tenemos en cuenta la redondez del capítulo, que logró cubrir la expectativa que había generado el avance plagado de estrellas invitadas y el misterio anticipado en el final de la temporada anterior. Once upon a time in the west contó en la dirección con John Hoffman, uno de los creadores de la serie, por lo que queda en claro por qué el episodio tiene la sabiduría para conjugar la novedad sin atragantarse, la relación entre los personajes y su nueva aventura (la convocatoria a Los Angeles para convertir sus historias personales en una película) y la puesta en marcha del misterio con las consecuencias iniciales del asesinato de Sazz (Jane Lynch). Steve Martin, Martin Short y Selena Gomez volvieron a funcionar como un trío muy aceitado, demostrando la química que han logrado a través de estas tres temporadas. Y la cuarta los pone de nuevo en el centro de la escena, estirando sus conflictos al enfrentarse con las estrellas que los van a interpretar en la ficción dentro de la ficción: Zach Galifianakis, Eugene Levy y Eva Longoria haciendo de ellos mismos (también apareció Molly Shannon interpretando a un personaje ficticio, la productora Bev Melon). La dicotomía entre Los Angeles y Nueva York (como en tantas películas de Woody Allen) tal vez sea uno de los temas de la temporada, aunque pareciera que la ficción dentro de la ficción servirá como punta de lanza para ahondar en las profundidades psicológicas de los protagonistas, aunque no teman: Only murders in the building mantiene el sentido del humor y esa elegancia en la puesta en escena que la ha caracterizado desde sus comienzos. No es nada simple lo que hace la serie, jugando con protagonistas que atraviesan a diversas generaciones, riéndose del paso del tiempo pero también de las inseguridades de los más jóvenes, sin dejar de lado la ironía ni el sarcasmo, pero con un cariño por esos personajes que muy pocas series tienen. Once upon a time in the west sumó sarcasmos sobre el mundo del cine y la vanidad de las estrellas, pero no mostró todas las cartas (sabemos que hay más elenco para enrostrar, pero esos personajes aparecerán más adelante). Eso es lo bueno de la serie, siempre nos deja con ganas de ver más, que es también la clave de un buen misterio.
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