Por Mex Faliero
NdR: este texto contiene spoilers.
Sólo asesinatos en el edificio. Y sólo buenas noticias para los fanáticos de Sólo asesinatos en el edificio. La cuarta temporada no sólo arrancó por todo lo alto, con un segundo episodio que confirmó lo ocurrido con el primer episodio, sino que además en la semana conocimos que la serie fue confirmada por una quinta temporada. Mientras la cosa siga así, que no se detenga. Gates of heaven, dirigido nuevamente por John Hoffman, comenzó con un lindo homenaje a los dobles de riesgo a partir de un documental centrado en la figura de Sazz (Jane Lynch), cuya muerte moviliza la trama. Ya con el trío Charles (Steve Martin), Oliver (Martin Short) y Mabel (Selena Gomez) enterados del crimen y puestos a investigar, la serie muestra nuevas cartas de las varias que parece tener en esta temporada: nuestros héroes se dirigen a la misteriosa Torre Oeste del Arconia, donde viven los menos distinguidos habitantes del lujoso edificio. Y allí aparecen Richard Kind y Kumail Nanjiani, algunas de las estrellas invitadas, con personajes singulares y rodeados de tics muy divertidos, aunque el Rudy Thurber de Nanjiani es todavía un misterio. Mientras Oliver y Mable salen a investigar, descubriendo departamentos medio tétricos y gente que produce sus jamones (?) en el baño, Charles se queda encerrado en su casa, un poco paranoico, mientras lo acompaña el fantasma de Sazz. Situación que se descontrola con el regreso de Jan (Amy Ryan) la singular asesina que se fugó de la cárcel y anda con vísceras de sus carceleros encima. El misterio comienza a retorcerse y aparecen los primeros sospechosos, aunque como sabemos nunca nada es lo que parece en esta serie y en este subgénero del whodunit que Only murders in the building homenajea. Mientras todo esto sucede, la serie avanza con sabiduría para jugar sus cartas, a sabiendas que todavía hay más para mostrar, aunque la jugada todavía está por verse. Y vaya uno a saber cuándo aparece Melissa McCarthy.
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