
Título original: Idem
Origen: EE.UU.
Dirección: Shawn Levy
Guión: Ryan Reynolds, Rhett Reese, Paul Wernick
Intérpretes: Ryan Reynolds, Hugh Jackman, Emma Corrin, Matthew Macfadyen, Jon Favreau, Morena Baccarin, Rob Delaney, Leslie Uggams, Aaron Stanford, Tyler Mane, Karan Soni, Brianna Hildebrand
Fotografía: George Richmond
Montaje: Shane Reid, Dean Zimmerman
Música: Rob Simonsen
Duración: 128 minutos
Año: 2024
7 puntos
¿LA REFUNDACIÓN DE MARVEL?
Por Mex Faliero
Hay una acumulación de elementos que podrían haber significado un desastre de película y sin embargo, por la propia lógica caótica del Deadpool que interpreta Ryan Reynolds, termina siendo bastante coherente. Deadpool & Wolverine, el primer y único estreno de Marvel para este año, es un film tan divertido como irritante, tan lleno de buenas ideas como de poses y efectismos, tan plagado de aciertos de puesta en escena como de arbitrariedades inconsistentes. Pero en esa voracidad por ser muchas cosas, hay algo interesante: algo que late, algo vívido, algo que deja un poco atrás el cálculo y que revitaliza el universo ya demasiado aletargado de estas películas de superhéroes. Deadpool & Wolverine es por momentos casi una película experimental, que se arma desde adentro y con tan pura autoconciencia que las costuras se ven a la legua, y por otros momentos es un film que avanza casi sin una estructura, pegando secuencia tras secuencia en un orden arbitrario y puramente sensorial, como la secuencia de la pelea entre los múltiples Deadpool que podría no estar ahí y la película funcionaría igual, pero a la vez no podría no estar porque sería perder esa lógica caótica que le elogiamos.
Como en un Elige tu propia aventura, uno podría elegir arbitrariamente pedazos de esta película y avanzar. Es el film nostálgico, es el film-evento lleno de cameos y guiños, es el film un poquito malhablado que sonroja a los ejecutivos de Disney, es el film dócil que se supone salvaje pero es mucho más funcional de lo que cree, es el film que viene a salvar la crisis de Marvel, es el film que nos devuelve a Hugh Jackman en su rol icónico, es el film que mete a Ryan Reynolds en el Multiverso de Marvel. Todas estas cosas están ahí, algunas son positivas y otras negativas, algunas tienen que ver con el cine y otra con detalles de producción, que por algún motivo extraño atraen demasiado al fandome. Pero si todo esto resulta a simple vista una acumulación molesta, es eso mismo lo que hace que Deadpool & Wolverine funcione como un compendio de la larga historia de Marvel. Esa es una virtud porque le otorga a la película un carácter refundacional. Y ya está claro que a esta altura quejarse de que las películas de Marvel funcionan dentro de su propio universo es una pereza: son casi veinte años de películas y más de 30 producciones que construyen un sistema propio. ¿Qué otra cosa podrían ser más que ombliguistas?
Pero pensando a la película como la tercera de Deadpool, hay que decir que si las anteriores eran un showcito un poco molesto de Ryan Reynolds, aparecen aquí un par de nombres propios que parecen ponerle un límite saludable a tanta verborragia y autoconsciencia. Primero el director Shawn Levy, un artesano invisible de la industria, sin un estilo demasiado marcado, pero con un dejo de clasicismo como para contener tanto metadiscurso y redireccionarlo hacia la lógica de la película. El otro nombre es el de Jackman, que continúa en la línea del Wolverine de Logan, un personaje amargo y fatalista, que aquí contiene e incluso desafía a Deadpool en un monólogo donde le dice algo así como que es un tipo que se la pasa haciendo chistes para ocultar que hay algo que no funciona. Esa frase, que podría extenderse a las propias películas, resuena porque a partir de ahí la película encuentra algo parecido a un corazón, algo mucho menos distante y más emotivo. Este texto habla de refundación y tal vez sea algo exagerado, primero porque tal vez no haya nada que refundar y, segundo, porque la película tampoco es una obra maestra que pone patas para arriba nada. Es apenas un buen entretenimiento, de esos que cada tanto nos hacen recuperar la fe en el cine mainstream. De eso se trata.
Si disfrutás los contenidos de Funcinema, nos gustaría tu colaboración con un Cafecito para sostener este espacio de periodismo independiente: