Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
Atención: se revelan detalles de la trama
Entrando en su segunda mitad, empezaron las revelaciones más concretas en The Acolyte, aunque la serie creada por Leslye Headland todavía se guarda unos cuantos secretos. Night es un capítulo que va de mayor a menor, en buena medida porque inicialmente todo es bastante físico y luego todo va cayendo a medida que se acumulan las explicaciones. El episodio arranca en mitad de la acción, con Osha despertándose y luego viendo al misterioso Sith combatiendo con varios Jedi a la vez, a los que va matando o hiriendo con gran destreza, hasta que eso se interrumpe cuando ella salva justo a tiempo a Yord, aunque atrayendo la atención del Sith. Luego se va dando una alternancia entre separación y unión espacial de los enfrentamientos a medida que pasan los minutos. Primero, por un lado, vemos a Mae tratando de huir, aunque esto se lo impide Jecki, desatándose un combate entre ambas muy parejo. Por otro, el Sith persigue a Osha, aunque se topa con Sol -quien le ordena a Yord que la proteja y la lleve a la nave-, en otro gran choque. Allí aparece la primera gran pregunta retórica: “¿No me recuerdas?”, le dice el Sith a Sol, y este último debe admitir que percibe algo familiar. El cruce entre ambos será, indudablemente, no solo físico, sino también dialéctico, porque el Sith pone sobre la mesa el hecho de que no solo él oculta algo tras su máscara, sino también Sol sobre lo que realmente pasó cuando Osha y Mae eran niñas. Momentáneamente, el Sith consigue vencer a Sol y emprender la persecución de Mae, quien pudo librarse de Jecki, a la que alcanza y se dispone a liquidar, luego de calificarla como “débil” y como “una decepción”. Sin embargo, lo interrumpen Jecki y Sol, y acá es cuando la tragedia empieza a desatarse: después de una lucha apasionante, Jecki consigue destruir el casco del Sith, pero este se las arregla para asesinarla frente a los ojos de Sol. Apenas esto sucede, se nos revela la verdadera identidad del Sith: nada menos que el escurridizo Qimir, que como todos los de su clase, estuvo siempre a la vista, es capaz de jugar con la culpa de Sol y deja bien en claro que su problema con los Jedi es ético. Él quiere hacer lo que quiera con la Fuerza, sin tener que seguir las reglas impuestas por los Jedi y -toda una paradoja- para probar que no existe, debe matar a todos los Jedi con los que se cruce. En eso es indudablemente consecuente, porque cuando reaparecen en escena Yord y Osha, Qimir liquida al primero, rompiéndole el cuello, extendiendo el tono trágico y despiadado del episodio. Se da entonces una nueva lucha entre Sol y Qimir, esta vez sin sables, donde es Sol el que se impone. El Jedi esta vez es el que se dispone a matar, pero Osha interviene para que le perdone la vida a Qimir, que aprovecha para plantar la duda en sus oponentes sobre la oscuridad que Sol tiene adentro y no termina de aceptar. A continuación empieza, quizás, lo más flojo: con Qimir sacado temporariamente de la ecuación gracias a los bichos gigantes del lugar; Mae dejando fuera de combate a Sol; y un nuevo encuentro entre las hermanas gemelas. Allí Mae trata de convencer a Osha de unirse a ella y, cuando esta no acepta, se da un efímero choque entre ambas, casi anticlimático, donde Mae es la que se impone y luego aprovecha para adoptar su apariencia. Esto le sirve para engañar a Sol -da para preguntarse cómo, siendo un Jedi, no se da cuenta de que está frente a Mae y no Osha-, en un cambio de identidades que le resulta beneficioso por el momento, aunque no queda claro cuánto puede durar. En la última secuencia, vemos que Qimir ha sobrevivido -que lo mataran unos bichos hubiera sido un final muy poco apropiado para su personaje- y luego encontrándose con Osha, que continúa desmayada. No queda claro si sabe frente a cuál de las gemelas está, pero sí que el cambio de lugares entre Osha y Mae puede tener repercusiones interesantes. Night es un episodio atractivo, con secuencias muy potentes y que no se detiene nunca, aunque fuerce unos cuantos giros.
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