Por Patricio Beltrami
NdR: Este artículo contiene spoilers.
La guerra entre humanos y skrulls está llegando a Invasión secreta. En el tercer capítulo, la serie recuperó el movimiento y dinamismo que había exhibido en su debut, aunque el relato de espías también ostenta extensos espacios de pausa, negociación y confrontación dialéctica. No obstante, ciertas decisiones hicieron que la historia se volviera predecible y que, además, se desconfiara de varios giros de la trama, incluido los dos cliffhanger. Dirigido por Ali Selim y escrito por Roxanne Paredes y Brian Tucker, Betrayed arranca con la explicación sobre aquello que se había mostrado en Promises: Gravik (Kingsley Ben-Adir) le presenta al Consejo Skrull la máquina para darle superpoderes a la raza. Tras un flashback a 1998 para exponer cómo una relación entre espías pasó al amor, Nick Fury (Samuel Jackson) le confiesa a Priscilla (Charlayne Woodard) que sigue firme en su cruzada por detener a Gravik. Ante ello, su esposa skrull no sólo le reprocha haber desaparecido durante los últimos años, sino que en medio de la conversación responde a una misteriosa llamada. Ni siquiera en su hogar, Fury encuentra refugio en medio de la invasión skrull. Desconfiando de la hija de su enemigo, Gravik interroga a G’iah (Emilia Clark) en Nuevo Skrullos y, a su vez, le da información secreta sobre el próximo atentando. Ante ello, G’iah ¿muerde el anzuelo? e informa a Talos (Ben Mendelsohn) para detener un ataque que tendría consecuencias apocalípticas. Este vínculo resulta confuso tras el atentado en Moscú, que había derivado en el asesinato de Maria Hill (Cobie Smulders), aunque se ha demostrado que padre e hija se han unido por el espanto frente a los planes de Gravik. En ese marco, Talos confronta y apuñala a su enemigo en público, pero al verse rodeado de skrulls escapa decidido a continuar su guerra. Ya sin Talos en el recinto, Gravik regenera su mano a causa del suero extremis (Iron Man 3), exhibiendo que ya ha adquirido los superpoderes skrull. Acorralados, Fury y Talos sellan su reconciliación forzada, con pasos de comedia y pases de factura mediante. En una serie donde las relaciones se basan en la desconfianza, los secretos y la distancia, los amigos espías aportan la necesaria dosis de humor, picardía y fraternidad para darle humanidad a una historia que por momentos es demasiado fría, calculadora y cruel. Con la colaboración de Sonya Falsworth (Olivia Colman, buen aporte desde la comedia), Fury y Talos se infiltran en la casa del comodoro Robert Fairbanks (David Bark-Jones), quien posee el código para anular el ataque contra un avión de las Naciones Unidas. Ambos rápidamente son descubiertos y enfrentan a la seguridad skrull pero, una vez adentro, Fairbanks toma de rehén a Talos mientras que Fury hace lo propio con su hijo adolescente. En una lograda secuencia de tensión, se viven minutos de incertidumbre que se acentúan cuando Talos asesina al militar skrull. Ante ello, (¿innecesariamente?) Talos sacrifica a su pieza más importante: Le pide a G’iah que le extraiga el código al Fairbanks secuestrado en Nueva Skrullos para desbaratar el ataque. Logrado el objetivo y revelada su traición, G’iah huye de la ciudad skrull pero Gravik la intercepta y ¿la asesina? de un disparo. En la escena final, Priscilla viaja desde su casa hacia un banco con la sensación de que alguien la sigue. Una vez allí, recoge un sobre que Fury le había dado en 1998, donde saca un arma y se revela como una agente de Gravik. Betrayed configura una mejora en relación al capítulo anterior. En esta ocasión, la historia nuevamente se puso en movimiento y, además, se plasmaron las consecuencias de las acciones y decisiones de Fury y Talos en su cruzada por salvar al mundo. Sin embargo, en pos de profundizar el juego de intriga y engaños propio del espionaje, ciertos aspectos y giros del guión resultaron burdos, sospechosos o manipuladores, como la ¿muerte? de G’iah o la traición de Priscilla. A mitad de camino, Invasión secreta avanza a buen ritmo, aunque todavía debe desarrollar varias subtramas. Teniendo en cuenta los antecedentes de las series de Marvel Studios, ojalá esta vez eviten cerrar todos los arcos narrativos a las apuradas durante el último capítulo.
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