Por Mex Faliero
NdR: Este texto contiene spoilers.
Un homenaje a la ciudad y sus laburantes. Eso fue The strings that bind us, el séptimo episodio de la tercera (¿y última?) temporada de Ted Lasso, dirigido nuevamente por Matt Lipsey. El capítulo arrancó con persianas que se levantan y puertas que se abren, con restaurantes, bares y cafés comenzando la jornada para recibir a sus parroquianos. Un gesto de calidez típico de la serie de AppleTV. Pero no fue un gesto tirado de los pelos, por el contrario tuvo que ver con la temática del episodio, en el que muchas cosas se resolvieron alrededor de un café o sentados en una mesa esperando algún plato para degustar. Tampoco fue inocente el título, The strings that bind us (algo así como Las cuerdas que nos unen), que hizo mención a los lazos entre los personajes pero especialmente a una ocurrencia de Roy Kent (Brett Goldstein), de jugar con la idea del hilo rojo pero atando del pene a los jugadores en el entrenamiento, lo que dio lugar a una extraña sucesión de chistes genitales, extraña para los cánones humorísticos de la serie. Hubo historias que se resolvieron en mesas de café, como la de Keeley (Juno Temple) y Jack (Jodi Balfour), que tuvo que aceptar su intensidad como amante y poner algunos límites. Ojo con Barbara (Katy Wix), que amenaza con romper la paz en ese vínculo. O como la relación de Ted (Jason Sudeikis) con los hinchas, especialmente con los freaks de Baz (Adam Colborne), Jeremy (Bronson Webb) y Paul (Kevin Garry), tres personajes muy de reparto pero que cumplen una función cómica estupenda. Otras historias tuvieron que ver con el vínculo que se genera en un restaurante, como el sugerido romance entre el entrenador Nathan (Nick Mohammed) y la recepcionista Jade (Edyta Budnik), un paso de comedia romántica simpático y amable. Y otras historias que usaron la figura del restaurante como un elemento de identidad y auto-afirmación, como en el caso del local de Sam Obisanya (Toheeb Jimoh), apedreado por un grupo de fanáticos racistas que atacaron al jugador luego de una expresión en Twitter contra las políticas inmigratorias británicas. En eso fue clave la presencia de Ola (Nonso Anozie), el padre de Sam, un personaje tan caricaturesco como sensible. Y así fue como la gastronomía, sus locales, sus espacios, su gente y sus historias nos llevaron de la nariz durante una hora, en la que Ted y Rebecca (Hannah Waddingham) descansaron un poco del protagonismo (la serie es tan sólida que pasa eso y no afecta para nada la calidad del producto). Pero donde, sorpresivamente, Jamie (Phil Dunster) logró un renovado protagonismo a partir de la idea de fútbol total que el Richmond quiere implementar desde ahora. Sonó un poco forzado que Coach Beard (Brendan Hunt) les explique a los jugadores qué fue el fútbol total, pero no dejó de ser divertido. The strings that bind us fue un episodio de medio tono, muy de mitad de temporada, sin grandes revelaciones pero con la calidez de siempre, sobre todo en ese final en el que todo el plantel se compromete con el arreglo del local de Sam. La dosis de bondad de la semana estuvo cumplida. Gracias Ted Lasso.
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