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Recapitulación de Ms. Marvel: Destined

Por Patricio Beltrami

(@mexfaliero)

Este artículo contiene spoilers.

Ms. Marvel dio un paso atrás en su tercer capítulo. Justamente, este retroceso se puede explicar en tres factores: las largas explicaciones ligadas a la lucha por los poderes de Kamala Khan (Iman Vellani); privilegiar el drama familiar sobre la comedia adolescente, quitándole así frescura a la protagonista e imprevisibilidad al relato; y el desarrollo de secuencias de acción breves, deslucidas, poco creativas e, incluso, desaprovechadas en el clímax del capítulo. Dirigido por Meera Menon y escrito por Freddy Syborn, Destined arranca con un flashback ambientado en la India de 1942 sobre el descubrimiento del brazalete, que proviene de la raza kree como los poderes de la Capitana Marvel (Brie Larson). En ese marco, la bisabuela de Kamala, Aisha (Mehwish Hayat), había escapado con el objeto, mientras que el resto del grupo liderado por Najma (Nimra Bucha) no volvería a encontrarla. En la actualidad, Najma le cuenta a Kamala que sus poderes podrán ayudar a que Los Clandestinos vuelvan a su dimensión tras un siglo de exilio. En tanto, Control de Daños intenta allanar la mezquita para descubrir a la misteriosa heroína, pero Nakia (Yasmeen Fletcher), ya miembro de la junta, les exige una orden judicial y, además, que respeten las tradiciones musulmanas. De esta manera, se abre otro frente para Kamala: sus acciones, más allá de su buena intención, perjudican la imagen de una comunidad ya estigmatizada. Todo se complica aún más cuando la adolescente y Bruno (Matt Lintz) descubren que devolver a Los Clandestinos hacia su dimensión provocaría un alto riesgo. Ante ello, Kamala les pide más tiempo para poder controlar mejor esa situación, pero Najma decide robar el brazalete en la boda de Aamir (Saagar Shaikh), aunque deban masacrar a los invitados. En ese marco, las dudas de Kamala sobre su vida de heroína y la inseguridad de Aamir frente al matrimonio obtienen la contención de sus padres, destacando así el papel de la familia y las tradiciones como el corazón de la serie. Durante la fiesta, donde se exhibe un gran despliegue de música, coreografías y colores, representando el pasaje más vistoso del capítulo, Kamran (Rish Shah) irrumpe en el salón para advertirle a Kamala sobre la inminente llegada de Los Clandestinos. Lamentablemente, la secuencia de combate entre Kamala, Bruno, Kamran y los villanos carece de tensión, impacto, acción e emotividad, aspectos pretendidos pero fallidos desde la puesta en escena. Asimismo, la elección de Living on a prayer de Bon Jovi parecía ser ideal para una pelea dinámica, creativa y explosiva, pero la decepción fue total y abrumadora. Finalmente, Control de Daños arresta a Kamran y Los Clandestinos y, luego de la suspensión de la boda, Nakia descubre que su amiga es la misteriosa heroína y la familia Khan piensa que Kamala boicoteó la fiesta a propósito. Antes del final, su abuela Sana (Samina Ahmed) la llama por teléfono para preguntarle si también había tenido la visión del tren, que se había desatado en medio de la lucha contra Najma. Por ello, Sana afirma que Kamala y su madre deben viajar a Karachi, el lugar donde ochenta años atrás habían hallado el brazalete. Por momentos, Destined se asimiló a lo peor de Loki: drama en exceso quitándole la picardía y diversión a su protagonista; historia en muchos lugares pero con escaso movimiento y acción; y secuencias de acción poco creativas y algo previsibles. Ya a mitad de la temporada, queda la impresión de que el gran villano y el verdadero conflicto aún no han aparecido. En cuanto al tercer capítulo, lo más relevante es que explica algo nuevo sobre el origen de los poderes de la protagonista, y poco más. El resto fue puro cotillón: dudas y replanteos intrascendentes y subtramas que poco se relacionan con la principal línea narrativa de la historia. Ni siquiera se puede destacar lo estético o la presencia de animaciones en un episodio claramente destino al olvido. Lo que venga, seguro será mejor, ya que Destined dejó la vara muy baja para una serie que venía siendo simpática pero no más que correcta a nivel narrativo.


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