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Artistas prestigiosos no comen vidrio

Por Patricio Beltrami

(@Pato_Beltrami)

Detesto la autorreferencia pero, nobleza (intelectual) obliga, debo confesar que nunca creí que existieran posibilidades reales de que la secuela de Joker fuera a concretarse en algún momento. Sin embargo, los máximos responsables de la película de 2019 confirmaron a través de las redes que no solo están trabajando en la continuación de la historia de Arthur Fleck/El Guasón, sino que también ratificaron que ya cuentan con un guion y un título tentativo. Además, se pretendería expandir el universo de personajes y conflictos en esta versión alternativa de Ciudad Gótica con la presunta introducción de Harley Quinn, en un relato que podría desarrollarse como un musical. Aunque parecía imposible que la galardona experiencia pudiera convertirse en saga, lo cierto que es que los artistas prestigiosos no comen vidrio, mucho menos cuando los números cierren y la reputación no está en juego.

Joker es uno de esos proyectos del cine de superhéroes que son amados por los detractores del género: trascendental y cínica; explícitamente crítica de la desigualdad, la marginalidad y la falta de atención a personas con problemas mentales; y, por momentos, pretenciosa y solemne. Más allá de eso, Todd Phillips y Scott Silver crearon una historia de origen para El Guasón ambientada en la época del asesinato de Thomas y Martha Wayne, los padres de Bruce Wayne. En este caso, el relato aborda cómo Arthur Fleck (Joaquin Phoenix), comediante fracasado, payaso desempleado y paciente psiquiátrico al cuidado de su madre (Frances Conroy), llega a un punto de quiebre para transformarse en Joker, símbolo antisistema de la decadente Ciudad Gótica. Si bien se incluyen algunos guiños a Batman en el final, la película funciona como historia independiente y autoconclusiva, por lo que no existía necesidad creativa de continuar la evolución del protagonista en otro (¿otros?) proyecto cinematográfico.

Más allá de la cuestión artística, que seguramente será esbozada por los responsables de la franquicia como principal motivo para impulsar la secuela, a priori se vislumbran tres razones para que la segunda parte de Joker llegue eventualmente a los cines en 2023 o 2024. En primer lugar, la económica. El film de 2019 superó los mil millones de dólares en recaudación, dato sumamente alentador en el marco de una industria que aún no está ni cerca de los niveles de convocatoria a las salas que existían antes de la pandemia. Más allá de la rentabilidad económica, la alta aceptación del público y las buenas críticas recibidas, Guasón llevó al género a uno de sus picos de prestigio a lo largo de su historia cinematográfica. Aclamada por la industria, la película obtuvo once nominaciones en los Oscar’s 2020, incluyendo Mejor Película, Dirección y Guion Adaptado. Allí cosechó dos premios: Mejor Actor Principal para Phoenix y Mejor Banda Sonora Original para Hildur Guðnadóttir.

En este marco, tanto Joaquin Phoenix como Todd Phillips y Scott Silver saben de antemano que no podrán en juego su prestigio con la nueva apuesta cinematográfica. De hecho, lo poco que se conoce del proyecto a través de una publicación en la cuenta de Instagram del realizador apunta a redoblar la apuesta en términos de sofisticación y pretenciosidad: La portada del guion con fondo y el título Joker: Folie a deux junto a la foto de Phoenix con lentes oscuros, presuntamente de entrecasa, leyendo el texto en un sillón junto a la ventana. Más allá de la efervescencia provocada por estas imágenes, el título refiere al trastorno mental compartido por dos individuos, por lo que sugiere la introducción de un personaje clave en la mitología del Joker: Harley Quinn.

Rápidamente comenzó a correr el rumor de que la primera opción para interpretar a la novia del Guasón sería Lady Gaga y que, incluso, en función de ello la historia contendría pasajes musicales para el lucimiento de la cantante y compositora. Como bien señaló Mex Faliero en Funcinema Radio, claramente la artista está inmersa en una búsqueda de prestigio por el Oscar que le fue en esquivo en Nace una estrella. Sin embargo, llamativamente la elección de Lady Gaga para el papel sería más lógica en función de su deslucida actuación en La casa Gucci. De aceptar, tendría la oportunidad de redimirse con un personaje emblemático para la actualidad del Universo DC. Si bien Margot Robbie estuvo a la altura del desafío, las tres películas en acción real donde Harley Quinn ha participado hasta el momento (Escuadrón Suicida, El Escuadrón Suicida y Aves de Presa) oscilaron entre malas y aceptables.

En este orden, la secuela de Guasón representa una oportunidad en varios aspectos para todos los involucrados. El riesgo de perder dinero y prestigio con este nuevo proyecto es entre bajo y nulo. Debería ocurrir una catástrofe para que la película no cuente ni siquiera con la aceptación de la industria, la crítica y un enorme público cautivo, sectores que aclamaron la versión de 2019. A partir de este antecedente, lo más curioso es que no va a ser catalogada como otro producto en serie del cine de superhéroes, sino que Joker: Folie a deux tendrá la consideración de película de autor. Y en ese caso sí surge un interrogante: ¿Podrá Phillips separarse de la influencia de Martin Scorsese para retratar la evolución del Guasón y la involución de Ciudad Gótica?


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