Por Mex Faliero
NdR: Este texto contiene spoilers.
El episodio de esta semana de Better call Saul fue uno de esos que podríamos llamar de transición, un capítulo que movió algunas fichas hacia adelante pero en el que en concreto no pasó nada relevante para el futuro de la historia. Luego de los eventos que terminaron con la muerte de Nacho Varga en Rock and hard place, Hit and run retomó a Jimmy y Kim como protagonistas, tanto que la mismísima Rhea Seehorn debutó en la dirección mostrando sensibilidad para respetar esos tiempos muertos en los que los personajes están solos consigo mismos y piensan y se piensan. El episodio avanzó en la tramoya que ambos llevan adelante para la destrucción final de Howard Hamlin (en un paso de comedia digno de ese gran comediante que es Bob Odenkirk), personaje al que a esta altura ya le tenemos algo de lástima y conmiseración. Precisamente el plan, que pretende mostrar a Hamlin como un decadente adicto usuario de prostitutas, incluyó a Wendy, aquella prostituta de Breaking bad, en el que es otro acercamiento de la serie a la línea temporal que llegaría hasta Jesse y Walter (también apareció Spooge, mucho antes claro de que su cabeza termine aplastada por un cajero automático, y la oficina de Saul, aún vacía y sin la estatua de la Libertad en la terraza). Lo que mostró el episodio es la caída en desgracia de Jimmy, a quien ya le perdieron en los juzgados el mínimo respeto que le tenían. Y, también, la obsesiva búsqueda que hace Gustavo Fring de Lalo Salamanca, en un paseo por el hogar del dueño de “Los pollos hermanos”, una casa plagada de cámaras de seguridad y con un túnel subterráneo, habitada por un matrimonio de ancianos que interpretan su rol de buenos vecinos mientras sirven de pantalla para el empresario y narco. Esa idea, exhibida con el virtuosismo narrativo típico de la serie, es una de esas cosas descabelladas que solo pueden ser verosímiles en el universo plantado por Vince Gilligan y Peter Gould. Seguramente el dato más relevante es la respuesta de quiénes seguían a Jimmy y Kim en el episodio 2: se trata de hombres de Mike, que quieren tener todo vigilado ante una inminente aparición de Lalo. Ese será el nervio de Better call Saul de aquí hasta el final, mientras nuestra pareja de abogados favorita termina de caer en desgracia hacia el gran misterio que se guarda la serie: ¿qué pasó finalmente con Kim?
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