Por Patricio Beltrami
Este artículo contiene spoilers.
Si bien los primeros tres capítulos de Hawkeye se centraron en Kate Bishop (Hailee Steinfeld), Clint Barton (Jeremy Renner) y Maya López/Echo (Alaqua Cox) respectivamente, Partners, am I right? aborda cómo repercutió la muerte de Natasha Romanoff (Scarlett Johansson) más allá del dolor de Barton. No obstante, se mantiene el balance entre acción, comedia y drama, con una hilarante celebración navideña y una secuencia final de lucha y espionaje bien ejecutada. Dirigido Bert & Bertie y escrito por Erin Cancino y Heather Quinn, Partners, am I right? inicia con el encuentro entre los arqueros y Eleonor Bishop (Vera Farmiga) y Jake Duquesne (Tony Dalton). A manera de amenaza, Eleonor evoca a Viuda Negra para recordarle a Clint los riesgos a los que su hija está expuesta, pero Barton insiste en que no la abandonará hasta alejar los peligros que la rodean. Ante ello, Eleonor hace un llamado para tratar un asunto urgente. Ya en la calle y con la espada de Ronin en su poder, Clint llama a Laura (Linda Cardellini), quien revela que la empresa de Jack financia las operaciones de la Tracksuit Mafia. Curiosamente, su esposa le habla en clave y en otro idioma para que sus hijos no sepan que está involucrada en esta cruzada. En ese orden, insiste en la necesidad de recuperar el reloj robado. Por la noche, Kate y Pizza sorprenden a Clint para celebrar Navidad. Mientras toman tragos de colores y buscan las conexiones entre Jack, Maya, el asesinato de Armand y el reloj, cumplen los planes frustrados del arquero: maratón de películas y suéteres horribles, mientras debaten sobre flechas especiales, técnicas de lanzamiento y realizan tiros inverosímiles con monedas. Pero el festejo termina cuando Clint revela que su mejor disparo fue el que nunca ejecutó: Natasha. Y termina dejando su alma al desnudo cuando Kate descubre que él era Ronin. Entre flashbacks y una conmovedora interpretación de Renner y Steinfeld, la escena transmite el dolor, la tristeza y el arrepentimiento que padece Clint. A la noche siguiente, Bishop arruina el plan y entra a un departamento donde se encuentra el reloj mientras Barton la observa desde el techo de un edificio. Pero no solo recupera el objeto, sino que descubre un papel con datos de la familia Barton. En ese momento, Clint le avisa que está en la casa de Maya y le pide que salga de allí, pero súbitamente son atacados. Tras resistir al ataque de Maya, con la ayuda de Barton y algo de suspenso, Kate escapa hacia la azotea. Entonces, una misteriosa atacante apunta un arma hacia Bishop, pero Barton se interpone. Inmediatamente, Maya llega al techo y los cuatro se enfrentan con una coreografía dinámica donde se distingue cada pareja de combate. En este marco, Barton le quita la máscara a la luchadora, revelándose que es Yelena Belova (Florence Pugh). Y pese a que queda a merced de su arco, Kate accede a la seña de la Viuda Negra y decide no dispararle. Maya deja la escena y Yelena arroja a Bishop del techo luego de asegurarla con una cuerda. Ante una imagen que emula la muerte de Natasha, Clint le pide que huya y suelta la cuerda para que la joven caiga sobre las luces que colgaban entre los edificios. La pelea entre Hawkeye y Yelena acaba cuando Kate vuelve al techo y Yelena escapa. Finalmente, Clint le pide a su compañera que lo abandone, ya que los peligros que los acechan habían aumentado exponencialmente. Aunque restan dos episodios para el fin de temporada, Hawkeye no deja de abrir frentes para complejizar el camino de los héroes, con el mérito de que las subtramas se ha complementan sin problema. Si bien Partners, am I right? plantea nuevos interrogantes, pone el foco en los temores de Clint que se agigantan ante la sombra de Natasha Romanoff: el acecho de Yelena; la obligación de defender a Kate; y la necesidad de evitar que la venganza de los enemigos de Ronin y los ladrones del reloj alcancen a su familia. Al tiempo que se eleva la tensión, la química entre la pareja protagónica crece sostenidamente, luciéndose en el drama, en la comedia y la acción, respirando en las escenas de intimidad y resguardando la humanidad en cada conflicto, a tono con la atmósfera navideña.
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