Por Mex Faliero
Entre varios géneros y subgéneros en los que Netflix ha intentado instalarse con suerte dispar, seguramente el de la animación para adultos es en el que mejores resultados ha obtenido (su reciente intento de sitcom tradicional, por ejemplo, fue un fiasco absoluto). F is for family, creación del reconocido standapero y comediante Bill Burr y producida por Vince Vaughn, es una de esas producciones sobresalientes que la plataforma de la N roja ha traído a nuestra mesa. Y no es para relativizar el éxito de esta comedia amarga (amarguísima), teniendo en cuenta que se mete en un universo harto transitado como el de las comedias animadas sobre la familia disfuncional. De Los Picapiedras a Los Simpson, y a toda la herencia posterior, F is for family la reconoce y la asimila, hallando su potencial en el toque autoral. Porque lo que distingue a la saga de los Murphy es el espíritu virulento, sórdido, áspero y oscurísimo del humor de Bill Burr. Hay otro detalle: la ambientación en los 70’s no solo habilita una banda sonora notable y una estética particular, sino que además permite un trasfondo político y social donde el concepto de familia tradicional comenzaba a hacer eclosión. Eso es lo que permite que Burr no solo aplique su mirada punzante sobre la masculinidad, el feminismo, la sexualidad, lo racial, el universo del trabajo, el machismo, las instituciones, el mundo del arte y el entretenimiento, sino que pueda hacerlo con un humor incómodo que funciona por contexto histórico. Frank Murphy, el protagonista, dice cosas tan terribles, que solo la capacidad revisionista de la serie lo hace posible para este tiempo donde la generación de cristal mira todo con un nivel de sensibilidad que le quita el espíritu revulsivo a todo. A lo largo de sus cuatro temporadas, que van de menor a mayor, F is for family recorre de la mano de los Murphy una Norteamérica que deja de ser la de la postguerra y el american way of life y se convierte progresivamente en la desencantada del post-Vietnam. Si bien estamos hablando de una comedia, la serie tiene un nivel de amargura que por momentos puede no ser tolerable para todos los estómagos: los personajes dicen todo con un nivel de honestidad brutal, que nos lleva a pensar de qué nos estamos riendo. Y una buena síntesis del estilo de la serie son los personajes, criaturas tan rotas y borders como Phillip Bonfiglio o Bob Pogo, personajes de reparto inquietantes en sus peculiaridades. El elenco de voces es enorme y grandioso, y sobresalen talentos como los del propio Burr, haciéndose cargo del odioso Frank, además de Laura Dern, Justin Long, Sam Rockwell, David Koechner y Jonathan Banks, entre muchos otros. F is for family tiene la doble virtud de sobresalir tanto en el terreno de la animación para adultos como en el de la animación sobre familias disfuncionales. Una maravilla. Véanla.
–Las cuatro temporadas de F is for family están en Netflix; hay una quinta y última temporada anunciada, pero todavía sin fecha de emisión.