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Arma mortal 4 (1998)



WHY CAN’T WE BE FRIENDS

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

Richard Donner fue uno de esos directores que llegaron al cine en los setentas (si bien su primera película fue en 1968) luego de atravesar una gran experiencia en la televisión, dirigiendo capítulos de múltiples series. Y si bien nunca fue acreditado como uno de los grandes y siempre fue tenido en cuenta como poco más que un noble artesano, al recorrer su filmografía nos encontramos con una serie de películas que dejaron huella y que evidencian, también, su eclecticismo. En el terror dejó uno de los clásicos de los 70’s como es La profecía, pero en esa década también demostró que el cine con superhéroes era posible a partir de sus adaptaciones de Superman (se adelantó como tres décadas el bueno de Richard). Luego dirigió un de los hitos del cine de aventuras ochentoso, como es Los goonies, y al cierre de esa década terminó dándole forma a su gran saga cinematográfica: Arma mortal, el oscuro policial con Mel Gibson y Danny Glover que a lo largo de cuatro películas terminó convirtiéndose en una comedia. Estrenada en 1998, Arma mortal 4 fue no solo la última película popular de la carrera del director, sino una que sin querer resultó la lápida a un tipo de cine de acción que cada vez sería más infrecuente en el futuro y que había brillado entre los 80’s y los 90’s.

Arma mortal 4 fue explícitamente el cierre de la franquicia y una película en la que deliberadamente importaba casi nada la trama de fondo (un conflicto con la mafia china que servía para presentar en sociedad a Jet Li, la nueva estrella de las artes marciales que llegaba para sustituir al más carismático Jackie Chan), como sí encontrarle un destino a los protagonistas: no solo el Murtaugh de Glover se reconocía como “viejo para esto”, sino ahora también el Martin Riggs de Gibson. Antes de esa reflexión sobre el género de acción, los héroes y el paso del tiempo que fueron las películas de Los indestructibles, Arma mortal 4 ya demostraba que estos personajes estaban para irse a cuidar a los nietos: cuenta el anecdotario de la película que hubo que pedirle a Li que hiciera las coreografías de forma más lenta porque la cámara no llegaba a tomar el movimiento; incluso sonaba inverosímil que el propio Gibson pudiera ganarle una pelea. Donner fue siempre un gran director de escenas de acción y Arma mortal 4 tiene algunas persecuciones memorables, aunque lo que sobresale es el humor: si la saga había avanzado del policial duro con humor retorcido a la comedia policial cercana a la buddy movie, para la cuarta entrega las cosas eran decididamente cómicas. Ya el arranque es con una escena en la que Riggs pone en ridículo a Murtaugh ante el ataque de un loco con un lanzallamas. La inclusión de Chris Rock en esta cuarta entrega potenció el costado humorístico, y la secuencia en el odontólogo, con el gas hilarante, confirma que la película ya era más una reunión de amigos que venían a divertirse que otra cosa: el guion fue escrito a medida que avanzaba el rodaje.

De todos modos hay algo distintivo en esta película y que ya habíamos mencionado en el texto sobre Arma mortal 3 que publicamos en esta misma columna: la película cierra con un nacimiento y una foto grupal, que es en verdad la síntesis de lo que fue la saga (en los créditos del final aparecen fotos del detrás de escena de las películas). Una suerte de comedia de acción sobre la amistad y la familia, que se fue formando y desarrollando ante los ojos de los espectadores durante una década. Tanto es así, que por ejemplo la esposa y los hijos de Murtaugh (el personaje de Glover) fueron interpretados por los mismos actores en todas las películas, algo que no suele ocurrir en muchas sagas donde los productores tienen dificultades para renovar contratos. Donner ha sido clave en este sentido, negociando él mismo e intercediendo para que por ejemplo un actor como Joe Pesci regrese en la tercera entrega. La otra característica fue cómo el elenco se fue engrosando y repitiendo, como una familia que cuenta con nuevos integrantes cada Navidad y se sigue reuniendo. Arma mortal 4 está llena de embarazos, parejas, familias, amigos, gente que se conoce de taquito. Un tipo de cine que logra conectar con el espectador en un nivel de igual a igual, especialidad de Donner y de esa escuela de artesanos que construyeron la segunda línea de Hollywood, y que hoy lamentablemente parece escasear. En lo créditos finales suena Why can’t we be friends y todo cierra. Arma mortal 4 es de esa época menos cínica en el que las películas apostaban solo por la felicidad.

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