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Seres libres o libertad de empresa: Salando las heridas

Por Virginia Ceratto

(especial para @funcinemamdq)

Venían bien, con las entrevistas a famosos contando la odisea que implica la recuperación de adicciones. En Seres libres, incluso el conductor narró, hasta el hartazgo, su propia experiencia. Venían bien, hasta que expusieron el drama, que no cesa, de la madre de la nena M, como se le dice ahora. No sé si esperan un milagro o mostrar que la tele todo lo puede, en cualquier caso, y salvo que la producción ponga una suma importante y constante para garantizar la recuperación de esa mujer y su familia, esto asquea.

M, como se la llama, estúpidamente, dado que su nombre fue divulgado en ocasión de la búsqueda y que su condición de NN o No Nombre fue perpetrada por mucho tiempo a causa de la ausencia del Estado, tiene mucha tragedia en su haber. Una es la condición de extrema vulnerabilidad de su mamá.

Durante la búsqueda se dijeron muchas cosas de ella, la madre, ¿ciertas? Pues tal vez sí. ¿Que es adicta? Sí. Y eso no la habilita como buena mamá, con el diario del lunes lo podemos ver. ¿Qué pasará con la nena y su revinculación? No lo sé.

Pero de ahí a ponerla frente a una cámara para contar, dentro de lo que puede, lo que puede, hay un charco sucio en el que metieron los pies desde el conductor hasta el primer responsable de estos envíos.

No se romantiza la adicción. Y no se romantiza la recuperación. Sobre todo, cuando aún no comenzó.

¿O expusieron a esta mujer como mal ejemplo? ¿Por qué no subieron videos de Gastón Pauls o cualquiera de sus invitados, con el debido permiso, cuando daban pena y ni se daban cuenta? Sugiero, total ya están todos recuperados, por lo visto.

Jugar con el rating usando como pelota a un adicto es asqueroso.

Los que hemos sobrellevado la adicción de un familiar sabemos de dolor. Y sabemos de la exposición a la muerte que conlleva esa enfermedad, día a día, minuto a minuto. Y sabemos de lo que causa, cuando la psicología aún no ha hecho su labor, enfrentarse a la propia imagen por parte del enfermo.

¿Querrá la mamá de M verse en esas imágenes si consigue recuperarse? ¿Querrá formar parte del circo mediático al que fue expuesta?

¿Qué harán? ¿Le conseguirán casa, tratamiento, un trabajo? Y si no fuera así… ¿titularán que hicieron lo posible y no lo lograron?

Y no hablo de no hablar, ni de tapar lo que ocurrió y ocurre. Hablo de respeto. De simple respeto.

¿Es esta una interpelación al Estado? ¿Es una forma de hacer que cumpla con todos y todas las M y sus familias?

Ni Claudio María Domínguez se hubiera atrevido a tanto.

Respeto Gastón, respeto. Que estás llevando bien, y lo celebro, tu recuperación, pero no sos un Mesías.

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