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Algunas dudas y observaciones sobre el allanamiento del INCAA

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

El jueves pasado, se realizó por la mañana un allanamiento al INCAA en el marco de una causa que investiga supuestas irregularidades en los subsidios otorgados por la actual gestión presidida por Luis Puenzo a distintas productoras de cine. Esa misma tarde, el Instituto emitió un breve comunicado explicando que el allanamiento había sido para «obtener la totalidad de los expedientes administrativos originales en los que el INCAA haya otorgado subsidios a partir del 15 de Diciembre de 2019 hasta la fecha, incluidos los iniciados con anterioridad a la fecha mencionada». Allí también se remarcaba que la información requerida es pública y que la conducción estaba a disposición de la justicia. Hasta ahí, nada particularmente anormal, solo un grupo de autoridades enfrentando una investigación y dando las explicaciones del caso. Lo llamativo comenzó después: con rápidos reflejos, una multiplicidad de entidades del campo cinematográfico argentino salieron a emitir comunicados de respaldo y adhesión a Puenzo y su gestión. Desde la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas hasta la Asociación de Cronistas, pasando por el SICA, APIMA, APAC, ACERVO, ADF, CADICINE, DAC, PCI y RAFMA, todas con discursos casi calcados entre sí, con palabras y conceptos repitiéndose con una unanimidad apabullante: “campaña de desprestigio”, “desestabilización”, “operación mediática y judicial”, “trayectoria intachable”, “reconocida trayectoria”. Ante esto, van algunas dudas/reflexiones que me vienen haciendo ruido en la cabeza:

  • En apenas horas, una variedad enorme de integrantes del sector cinematográfico argentino llegó a una única e irrebatible conclusión: que Puenzo y todos los que lo acompañan en la gestión del INCAA no solo son inocentes de haber cometido cualquier irregularidad, sino que además eran víctimas de una operación mediática y judicial para desestabilizarlos. No hubo ni un segundo de duda entre toda esta gente, que además de hacer cine también deben saber un montón sobre procesos judiciales. Quizás es cierto que era toda una operación contra Puenzo y su gente, ¿pero no valía la pena un mínimo análisis?
  • Esa reconocida e intachable trayectoria sobre la que hablan buena parte de los comunicados, haciendo hincapié particularmente en Puenzo, ¿en verdad a qué se refiere? Digo, porque una cosa es la trayectoria de Puenzo (o de Nicolás Battle, su vicepresidente) en la producción o realización de películas, o en diversas entidades no gubernamentales, y otra cosa es su trayectoria en la gestión pública. ¿Es necesario remarcar esta diferencia? ¿O resulta que, con apenas siete meses al mando del Instituto, ya se tiene una “reconocida trayectoria”? Porque si es por eso, todos los presidentes del INCAA tienen una reconocida trayectoria.
  • ¿La reconocida trayectoria de Puenzo ya quita toda posibilidad de que haya cometido irregularidades? Pareciera que, según todas las entidades antes mencionadas, cuando tu CV acumula una determinada cantidad de páginas, se te otorga un pasaporte instantáneo de inocencia ante cualquier acusación.
  • ¿Tanta necesidad había de salir a respaldar tan rápido y unánimemente a la gestión actual del INCAA? ¿Puenzo (con toda su trayectoria) no podía defenderse solo? ¿Su gente y el poder que otorga manejar el Instituto no alcanzaba? Al fin y al cabo, lo hizo, con un comunicado pobremente redactado -las gestiones pasan pero la comunicación del Instituto se mantiene constantemente confusa- pero atendible en su sobriedad. Luego vino una sucesión de lugares comunes que ya son cansadores: Puenzo desfilando por medios amigos para contar su versión y la página del INCAA utilizada de modo partidario para que su gestión saque pecho de cuánto apoyo tiene. ¿Era necesario?
  • El sector cinematográfico viene siendo cuestionado desde hace varios años por diversos motivos, muchos de ellos injustos. Ahora, a veces pareciera que no leyera en absoluto el contexto en el cual se mueve y las posibles lecturas sobre sus acciones. Para un sector tan preocupado por los lenguajes y discursos, es llamativo cómo ignora a ese otro que no necesariamente acuerda con sus perspectivas. ¿No se les ocurre que esta reacción podrá complacer a Puenzo y otros funcionarios en el INCAA, pero que visto desde afuera se observa como una conducta extremadamente corporativa y genuflexa?
  • Por ahí lo de corporativo y genuflexo suena duro y hasta hiriente, pero es difícil utilizar otros términos. Debe ser que lo observo todo a una distancia quizás cruel. Pero lo cierto es que veo a un sector cultural que se precia de ser diverso, plural y con sentido crítico reaccionando de manera intempestiva y unívoca para defender a un funcionario y una gestión que todavía están lejos de probar si están haciendo bien o mal su labor. Encima ese sector, que también se precia de ser independiente, lo hace justo en un momento en el cual está casi fundido y es más dependiente que nunca de los recursos económicos, políticos y regulatorios que maneja el organismo a cargo de ese funcionario. Y la verdad que tanta homogeneidad dentro de un territorio supuestamente heterogéneo no suena muy bien. Quizás sea hora de empezar a dejar de lado las sobreactuaciones.

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