Por Patricio Beltrami
Wonder Woman 1984 sufrió un nuevo retraso. Días atrás, Warner anunció la modificación de las fechas de estreno de dos sus principales tanques para lo que resta del 2020. En primer lugar, indicaron que Tenet, el proyecto de Christopher Nolan, se moverá solo dos semanas en el calendario: del 17 al 31 julio. No obstante, explicaron que en la jornada inicialmente escogida para este lanzamiento habrá actividad en las salas, ya que en esta ocasión se proyectará El origen. Con la excusa del décimo aniversario del film, el estudio aprovechará esa oportunidad para medir la afluencia de espectadores a los cines y, en consecuencia, proyectar los réditos económicos que podrían obtener los futuros estrenos durante los últimos meses del año.
Sin embargo, el panorama es muy distinto para Wonder Woman 1984. En principio, esta secuela había sido planificada para fines de 2019. Más tarde, Warner optó por trasladarla al 5 junio de 2020. Para el momento en el que el coronavirus ya comenzaba a causar estragos en Europa y Estados Unidos, se había presentado el segundo tráiler de la película. De esta manera, la paralización de la industria y el cierre de salas se dispusieron cuando la maquinaria del marketing ya estaba funcionando. Más allá de las pérdidas que se ocasionaron a partir de la pandemia, la producción de DC está finalizada, por lo que el estudio solo debe encontrar una fecha acorde para su lanzamiento.
El problema es que las primeras previsiones de Warner fueron extremadamente optimistas (o imprudentes) sobre la evolución sanitaria a nivel global. A causa de ello, se había elegido al 14 de agosto como fecha de estreno para la película protagonizada por Gal Gadot y nuevamente dirigida por Patty Jenkins. Esta determinación resultó aún más llamativa en comparación con las posturas que adoptaron Disney y Sony, que debieron retrasar sus películas solo a pocas semanas de sus lanzamientos. Concretamente, Marvel anunció que Black Widow, que debía llegar a los cines el 30 de abril, pasaba al 6 de noviembre. En tanto, Sony tomó una medida aún más drástica: Morbius y Venom: let there be carnage se trasladaron al 19 de marzo y 25 de junio de 2021, respectivamente.
Con el paso de las semanas, se generaron graves complicaciones acerca del alentador panorama que se había registrado en el este de Asia, situación que terminó por demoler las aspiraciones de la industria. Un nuevo brote de coronavirus generó que el gobierno de China optara por retrasar la reapertura de las salas. A pesar de que en las próximas semanas los cines de Estados Unidos volverán a funcionar paulatinamente, los ejecutivos de Warner consideraron que mantener el calendario que habían ideado meses atrás era una juzgada arriesgada y posiblemente perjudicial para sus finanzas. A causa de ello, movieron el estreno de Wonder Woman 1984 al 2 de octubre.
Particularmente, esta película representa la principal apuesta económica del estudio en lo que queda del año. En 2017, Wonder Woman recaudó más de 820 millones de dólares en todo el mundo, solo 50 millones menos que Batman v. Superman. En este orden, las previsiones sobre el rédito que podría obtener la segunda producción de la heroína apuntan a superar esa cifra. Además, el film contó con un alto respaldo por parte de la crítica y, a causa de la salida de Ben Aflleck y la incertidumbre en relación a la continuidad de Henry Cavill, Gal Gadot se transformó en la líder indiscutida de la Liga de la Justicia (si es que el grupo tiene futuro). Como si fuera poco, se trata de la primera franquicia del género que está exclusivamente encabeza por una mujer. A pesar del impulso que provocó el anunció del Snyder Cut entre los fanáticos (y nadie más), el año de DC ya había registrado un nuevo fracaso artístico y económico con Aves de presa. En este marco, Warner tiene todo para perder si comete el más mínimo error en la elección de la fecha para el estreno, y saben que ni siquiera la pandemia serviría como excusa.