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Superhéroes 2019 – Parte II: Entre multiversos, distopías, cierres y relanzamientos

Por Patricio Beltrami

(@Pato_Beltrami)

Shazam!, uno de los buenos títulos que trajo el cine de superhéroes en 2019.

Durante 2019 se comprobó que el cine de superhéroes posee buena salud por fuera de la órbita de Marvel. Incluso, el año pasado DC dio un paso adelante en cuanto a la calidad de sus producciones. Luego de que el Universo Extendido de la franquicia de Warner tuviera un lanzamiento irregular entre 2016 y 2017, finalmente lograron encauzar el rumbo de este proyecto. Sin embargo, la historia más aclamada de la compañía paradójicamente se encuentra por fuera del canon oficial. En tanto, los dos largometrajes que se realizaron más allá de los límites de las dos grandes productoras de cómics no terminaron por colmar las expectativas.

En la línea que había marcado Aquaman a finales de 2018, Shazam! demostró una vez más que DC pueda presentar buenas historias sin caer en la solemnidad y la oscuridad. A puro carisma, Zachary Levi realizó una muy buena interpretación de un héroe que posee los poderes de una deidad, pero que nunca deja ser una adolescente marginado. En ese orden, el conflicto principal se mantuvo en foco durante todo el film, respaldado en la sensibilidad y comicidad que emana la familia adoptiva de Billy Baxton. Por si fuera poco, el Doctor Sivana (Mark Strong) resultó ser un villano interesante.

Los tráilers habían adelantado que Joker sería una película diferente para el género. De la misma manera que lo había hecho Guasón, el film de Todd Phillips se ubicó en un pasado alternativo al Universo DC para exhibir una historia de origen completamente distinta a lo que se había visto hasta el momento. En este contexto, no resultan suficientes los elogios para el Arthur Fleck que compuso Joaquin Phoenix. A su vez, se pudo conocer cómo se produjo la degradación de Gótica e, incluso, quiénes fueron los responsables la caída de la ciudad, por acción u omisión. Como punto negativo, puede ser demasiado explícita en algunos aspectos, y también se le nota algunos hilos a simple vista. Pese a ello, sin dudas es un gran avance para el cine de superhéroes.

Con los buenos antecedentes de El protegido y Fragmentado, Glass despertaba grandes expectativas. Sin embargo, el cierre de la trilogía que creó M. Night Shyamalan definitivamente no estuvo a la altura de sus predecesoras. Los tres superhumanos padecen el encierro a lo largo de gran parte de la trama, y sólo Elijah Price (Samuel L. Jackson) logra sobresalir durante pocos minutos. Además, los planes de la organización de villanos parecieron demasiado simples para haberse complicado tanto en su ejecución. Párrafo aparte para los numerosos (e innecesarios) plot twist que se suceden en los últimos cinco minutos. Por último, Shyamalan llegó tarde para hablar de la muerte y del mito de los superhéroes. Esto no se debe a que se haya tomado casi veinte años en terminar esta trilogía, sino porque Logan lo había hecho de forma magistral sólo dos años antes. Pese a ello, Glass quedó a años luz de la obra maestra de James Mangold.

El reinicio de Hellboy presentó un mundo completamente distinto que el de las dos películas de Guillermo Del Toro. En esa oportunidad, se acentúa (demasiado) el conflicto que mantiene Hellboy (David Harbour) con el mundo humano. Sin embargo, el vínculo emocional que posee con su padre adoptivo (Ian McShane) no alcanza el peso que se le otorga en la trama. Además, solo pocos de los seres que aparecen en el film parecen estar a la altura de lo desagradable y siniestro que se pretende que fueran. Por último, este reboot posee una particularidad para esta época de híper-consumo y sobreproducción para el género: no hay planes para filmar la secuela. Quedará la duda si se trata de una buena decisión o si esta experiencia fue simplemente un mal negocio.

A manera de resumen, es innegable que el podio del año lo ocupan Spiderman: Un nuevo universo, Avengers: Endgame y Joker. Mientras que las películas del Universo Marvel mantuvieron el nivel calidad y efectividad al que ya nos han acostumbrado, DC ratificó la consolidación de las bases de su proyecto. En tanto, los arácnidos animados dieron los primeros indicios de que el futuro del género afortunadamente no dependerá exclusivamente de las live action y el CGI, mientras que Joker ratificó que todavía existen múltiples maneras de contar buenas historias de superhéroes. Otra mala noticia para Shyamalan: la muerte de los superhéroes en el cine está definitivamente lejos.

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