Título original: Surf’s Up 2: WaveMania
Origen: EE.UU.
Dirección: Henry Yu
Guión: Abdul Williams
Voces originales: Jeremy Shada, Jon Heder, Melissa Sturm, John Cena, Mark Calaway, Paul Levesque, Diedrich Bader, Vince McMahon, Saraya-Jade Bevis, Declan Carter, James Patrick Stuart, Michael Coulthard
Dirección de arte: Pamela Prostarr
Montaje: Mark Yeager
Música: Toby Chu
Duración: 84 minutos
Año: 2017
4 puntos
UNA AVENTURA DEMASIADO FORZADA
Por Rodrigo Seijas
La primera parte de Reyes de las olas, estrenada en el 2007, era una interesante aunque algo despareja película animada, que utilizaba de manera bastante original elementos del cine documental, no sólo como herramientas estéticas sino también narrativas. El formato de cámara en mano generaba una aproximación inusual en el cine animado, que permitía explorar los dilemas de los personajes -y particularmente del protagonista, Cody Maverick- con otros ángulos y hasta darle mayor realismo a la trama. Pero también causaba roces inapropiados con la búsqueda de aventura del relato.
Diez años después, llega directo al dvd su secuela, Reyes de las olas 2 -editada en la Argentina por TVE y SBP- y la impresión es que su arribo se da demasiado tarde, como si el planteo que en su momento tenía características originales ahora hubiera envejecido, y no muy bien. El film retoma a Cody como centro, con sus eternas ansias por inscribir su nombre en la Historia del surf y a quien le surge una nueva oportunidad con la llegada de los Hang 5 -una especie de Dream Team de surferos-, quienes lo incorporan a una aventura que implica dirigirse al lugar más legendario para surfear. A partir de ahí, se van sucediendo temas ya transitados en la primera entrega: la necesidad de transcender a través del triunfo, el deseo de fama, pero también el contacto con el otro y el trabajo en equipo como verdadera forma de construir una identidad propia.
El problema de Reyes de las olas 2 es doble: primero, la sensación de repetición permanente en el conflicto que atraviesa a Cody, que da la impresión de apenas haber evolucionado respecto al primer film. Segundo, una discursividad permanente, un didactismo que lo invade todo y le quita dinamismo al relato, porque la película parece necesitar decir y explicitar todo lo que les sucede a Cody y sus amigos. Así, la historia nunca cobra vida realmente y sólo encuentra ideas visuales aisladas, chispazos de simpatía en medio de una trama anodina.
Si Reyes de las olas era una película con rasgos de originalidad pero no del todo consolidada en su andamiaje y que quedó como un experimento aislado dentro del panorama de la animación, Reyes de las olas 2 es un film sin verdaderos aportes, un producto redundante y hasta aburrido, que habla mucho pero en verdad no dice nada.