Muy Buena
UN DESEO DENTRO DE UN SUEÑO
Por Mariana Jaqueline Ramirez
En La química diaria, un grupo inseparable de amigos van acampar al Sur como un viaje de distracción y ocio, algo que solían hacer cuando eran jóvenes en los años en los que vivían casi sin preocupaciones. Allí, se alojan en el camping de un ruso llamado Vladimir (un personaje espectacular creado por Pablo Mónaco), una especie de trotamundos y que para el grupo es la voz de la experiencia. El ruso les planta en la cabeza replantearse cómo serían las cosas del presente si las modificaran de acuerdo a los recuerdos que dejaron congelados en el pasado. Pero solo a Facu (interpretado por Fermin Varangot) le despierta la curiosidad de cambiar el presente y, cuál soñador, repite una y otra vez las mismas escenas pero con ciertos detalles fallidos que cambian su parecer. Así, dispone a sus amigos a convivir en un tiempo circular, aunque ellos no están al tanto de lo que está pasando con Facu.
El intrigado joven comprueba cómo se les pasaron las horas, los días, los meses como correcaminos construyendo nuevas vidas e historias posibles con los que puede fantasear algunos cambios que no se ajustan a lo que realmente pretendía. De esta forma, los jóvenes actores (todos de enorme talento) se desenvuelven con personajes que sufrirán transiciones causadas por los saltos temporales que propone el texto dramático.
La acción inicia como algo cotidiano, como una historia del montón, pero a medida que avanza la obra, la química entre los personajes se irá complejizando. La puesta en escena pone a prueba al texto y a los mismos actores, que deben registrar la recepción del público, que no para de reírse y murmuras comentarios halagadores.
Todo es resuelto con una simple escenografía que queda concentrada en una carpa transparente. Este es un extraordinario trabajo de Jose Escobar, ya que con poco logra convertirlo en un personaje de gran importancia en el escenario. Por su parte, la iluminación y la música acompañan aceptablemente al desarrollo de la acción.
El eje central es transmitir los deseos de las juventudes con el paso del tiempo. Esta obra de teatro fue escrita por Mariano Saba, autor multipremiado por varias de sus obras, y es dirigida por Francisco Prim. Ambos fueron reunidos muy jóvenes por el destino artístico y hoy se juntan nuevamente por la pasión que tienen por el teatro.
En definitiva, La química diaria refleja las relaciones diarias de cualquier grupo de amigos conservado con el correr de los años. La originalidad está puesta justamente en la comicidad y en la interpelación que hace el autor al universo circular del tiempo que invita a renovar los sueños.
Dramaturgia: Mariano Saba Actúan: Francisco Andrade, Florencia Chmelik Martinec, Santiago Fondevila, Tomás Mejía, Pablo Mónaco, Fermin Varangot Vestuario: Lara Sol Gaudini Diseño de escenografía:: Jose Escobar Diseño de luces: Ricardo Sica Realización de escenografía Jose Escobar Ilustrador: Lucía Buchar Diseño gráfico: Lucía Buchar Asistencia de dirección: Julieta De Moura Prensa: Silvina Pizarro Dirección: Francisco Prim Sala: Nün Teatro Bar (Juan Ramírez de Velasco 419 CABA) – Sábados a las 16:30 – Hasta el 4 de noviembre.